En la audiencia desarrollada ayer por el Subcomité de Asuntos Exteriores para el Hemisferio Occidental de la Casa de Representantes de Estados Unidos, bajo el tema “El colapso democrático en Nicaragua”, los congresistas demócratas y republicanos cerraron filas para girar el lente de atención de Washington hacia Nicaragua.
Para el subjefe del Subcomité, representante de Nueva Jersey, Albio Sires, no cabe ninguna duda que Nicaragua entorpece cualquier esfuerzo de combate a la corrupción y borra todas las huellas de involucramiento de redes del crimen organizado que operan allí.
Es claro que la situación de Nicaragua propicia la corrupción y entorpece cualquier esfuerzo de la justicia para castigarla, explicó Sires, quien mantiene una permanente atención hacia los países centroamericanos y en ocasiones anteriores ha señalado la corrupción en El Salvador.
Así lo hizo en 2013 cuando pidió a la Corporación Cuenta del Milenio (MCC) posponer la donación de más $270 millones para el Fomilenio II, porque a su juicio existían suficientes indicios de corrupción gubernamental.
La observación de Sires, de larga data en el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, resonó en esta audiencia, realizada a pocos días de que el expresidente salvadoreño Mauricio Funes se asilara en Nicaragua alegando ser “perseguido político” en El Salvador, pese a que enfrenta un proceso por presunton enriquecimiento ilícito en su país y es investigado por otros cuatro delitos.
Noticias como la del asilo a Funes por el gobierno de Daniel Ortega, aceleraron la celebración de la reunión y los primeros resultados.
El presidente del Subcomité que instaló esta audiencia, el representante de Carolina del Sur, Jeff Duncan, cree también que la situación de Nicaragua amerita una mayor atención en el tema de seguridad para el hemisferio norte.
Duncan también considera que Estados Unidos está en la posición de generar más presión por el hecho de que Nicaragua es el segundo país más pobre del continente, después de Haití, y es benefactor de muchos programas y acuerdos con EE. UU., como el Tratado de Libre Comercio, TLC.
“Nicaragua ocupa el centro geográfico de Centroamérica y, por tanto, es fundamental no sólo para el comercio legítimo, sino también para las drogas, el contrabando, los flujos migratorios, y los posibles problemas de seguridad en el hemisferio norte”, expuso Duncan.
Cierran filas para frenar al régimen sandinista
Mientras la audiencia tomaba curso desde la media mañana de ayer, en el pleno del Congreso se daba una jornada de votación, por lo que los legisladores del subcomité presentes en la audiencia se turnaban para para votar y luego regresar para continuar sus alegatos.
Ellos han dado ya una primera lección en consenso para que el Congreso tome cartas en el asunto nicaragüense. Ayer mismo votaron por dos resoluciones con las que esperan conseguir un voto del Congreso a una propuesta de Ley.
La primera está dirigida a Nicaragua: H.R. 5708, “The Nicaraguan Investment Conditionality Act” o “Ley de condicionalidad de la inversión en Nicaragua”, una iniciativa de ley impulsada por Ros Lehtinen y Albio Sires como redactores y cuyo efecto de ser aprobada por el pleno y firmada por el presidente estadounidense, obligaría al gobierno de Estados Unidos a actuar con mayor rigor ante el régimen sandinista.
Una de las partes consiste en frenar desde los organismos multilaterales los préstamos hacia el gobierno de Daniel Ortega, que busca refrendar con un sistema electoral manipulado a su favor a fin de conseguir un cuarto mandato.
La segunda resolución está dedicada a Venezuela, dada la crisis social y humanitaria agudizada por la violación a derechos humanos y el continuo acoso a los presos políticos en el país petrolero, el que fomentó en el resto del hemisferio una forma de gobiernos de izquierda bajo la sombrilla del ALBA.
“Estamos hoy aquí para hacer patente nuestra profunda preocupación por el colapso de la democracia en Nicaragua y para supervisar las prioridades del Gobierno del presidente, Barack Obama, en ese país”, explicó el congresista Duncan.
Para la congresista Ros-Lehtinen, el régimen de Ortega, del que ha sido una dura crítica desde que éste comenzó a desmontar en andamiaje institucional para aferrarse al poder, este voto bipartidista en el Subcomité es un llamado a trabajar de manera coordinada con el Ejecutivo para centrar acciones contra el Ortega y su familia.
“El régimen de Ortega sigue utilizando su control sobre los poderes electorales y judiciales para garantizar que la familia Ortega siga en el poder en las próximas elecciones de Nicaragua. En Venezuela, Maduro continúa aplazando el referéndum revocatorio… Espero que estos proyectos de ley se sigan aprobando en el Congreso para poder enviar un fuerte mensaje de apoyo al pueblo de Nicaragua y de Venezuela que sufren bajo estos regímenes criminales”, puntualizó la congresista cubano-americana.
Los testigos citados
Estas audiencias consiste en intervenciones de los congresistas, luego llaman a testigos citados para rendir un informe que se toman como insumos para futuros acuerdos legislativos. En estas pueden comparecer funcionarios del gobierno, especialistas en la materia o individuos vinculados al tema.
Uno de los que compareció ante los congresistas fue el asistente del Secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Juan González.
González explicó que la relación de EE. UU. con Nicaragua roza la dualidad. “Nos encontramos en un momento crítico en la relación bilateral de Nicaragua con los EE. UU. mientras que el gobierno de Nicaragua se relaciona con nosotros para afrontar los mismos problemas, (ya que) sigue siendo un socio dispuesto en la lucha contra la migración irregular y el tráfico de drogas, pero no hay duda que desde que asumió en 2006, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega ha estado trabajando para transformar al país en un sistema de facto de un solo partido”.
Según dijo, las últimos acciones de Ortega para restringir elecciones libres y justas y para desmantelar las instituciones de la democracia, tales como partidos políticos independientes, son preocupantes.
Por su parte, la Asistente administradora de la Agencia Internacional de los Estados Unidos para el Desarrollo, USAID, Marcela Escobari, explicó también que la prioridad del gobierno de EE. UU. es mantener la asistencia para la población civil y que los canales de la agencia son eficaces en este punto.
En esa línea estratégica, añadió, es que la agencia sigue trabajando en Nicaragua, que ese esfuerzo y el apoyo a la sociedad civil es una parte fundamental para robustecer la sociedad civil nicaragüense.
Según Escobari, a medida que el gobierno sandinista tiende a consolidarse más como antidemocrático para concentrar todo el poder en la familia presidencial, es un momento oportuno para trabajar más de cerca con el pueblo nicaragüense para enfrentar esos desafíos.
Los congresistas realizaron una ronda de preguntas a los citados para indagar puntos específicos sobre las gestiones y las acciones que pudieran surgir para corregir el rumbo.