Todos los logros, científicos, profesionales y personales del doctor Luis Ernesto Urrutia Centeno, cardiólogo con más de 50 años de experiencia, han sido posible gracias a la bendición de Dios.
Así, resume el doctor Urrutia, la intachable trayectoria profesional que ha forjado durante medio de siglo de servicio médico.
“Nunca me voy a cansar de agradecerle a Jesucristo por todos los logros que me ha permitido cumplir, sirviendo a muchas personas que necesitan de atención especializada en varios países del mundo”, dijo el galeno.
Sus orígenes se remontan a la ciudad de Atiquizaya, en el departamento de Ahuachapán, lugar en el que vivió su niñez y adolescencia.
Con el paso de los años, se trasladó a San Salvador para continuar sus estudios y viajó al extranjero para especializarse en la carrera de cardiología.
Fue en el Instituto de Cardiología de México en donde realizo sus estudios universitarios.
Luego se especializó en diferentes centros médicos de Estados Unidos, destacando el Harvard Medical School, el Children Hospital Medical Center y el Peter Bent Brigham Hospital, entre otros.
“Al regresar al país, había un selecto grupo de cardiólogos, pero no existía ninguna entidad que los agrupara”, recuerda el cardiólogo.
Fue así como en el año de 1968, junto a otros colegas, le dio forma a la Sociedad de Cardiología, que aún perdura.
Congresos Centroamericanos
Fue gracias al trabajo que se realizo a través de esta institución regional, que se logró promover la educación medica cardiológica especializada en adultos y niños a nivel nacional y en la región centroamericana, afirma el doctor Urrutia, quien participaba activamente como ponente.
El especialista fue quien organizo en el país, el primer congreso regional de esta especialidad, realizado en San Salvador en el año 1975.
Este fue el punto de partida para el renacimiento de la investigación científica en esta especialidad, afirma el médico.
Cardiólogo distinguido
El pasado mes de agosto, la Sociedad Centroamericana de Cardiología y el Caribe, en conjunto con la Sociedad Salvadoreña de Cardiología lo nominaron como Cardiólogo Distinguido de Centro América y el Caribe.
El reconocimiento fue otorgado por su trayectoria profesional y científica en 50 años de trabajo.
Entre algunos de sus logros, está el haber impulsado la cardiología y la cirugía cardiovascular en niños, durante los años que trabajó en el Hospital de Nacional de Niños Benjamín Bloom, en donde se desempeño como jefe de esta área durante 30 años.
Además fue pionero en introducir en el país un eco cardiograma “M, modo” , con el cual se pudieron diagnosticar diferentes cardiopatías, lo cual les permitió realizar más de 200 estudios gratis a niños del hospital Bloom.
En la actualidad, se encuentra retirado, pero dedica su tiempo libre a ofrecer sus servicios médicos a través de la Asociación Médica Cristiana Salvadoreña.
“No somos los médicos los que curamos, si no que es el señor Jesucristo quien sana. La medicina es un don de Dios que permite llevar sanidad a los enfermos”, dijo el doctor Urrutia, muy complacido.