En los últimos meses de la estación lluviosa, la intensidad de las precipitaciones aumenta y con ello la erosión. Es aquí donde los cultivos de cobertura del suelo juegan un papel importante, ya que reducen el impacto del fenómeno antes mencionado y que, al no existir acciones de control, puede empobrecer los suelos.
La erosión puede ser hidráulica, provocada por corrientes de agua o causada por el viento en superficies sin cobertura, generando el molesto polvo y cuando son áreas considerables, surgen las tolvaneras, similares a remolinos o nubes de polvo que contaminan su entorno.
La solución a estos dos estados de la superficie del suelo son las plantas cubre suelo y los setos, que pueden brindar atractivos mosaicos que además de evitar la erosión (empobrecimiento del suelo agrícola), brindan oxígeno, fijan nitrógeno al suelo y son la materia prima para generar espectaculares paisajes que llenan de un ambiente de libertad y comodidad, eliminando las superficies agrestes y fuentes de lodazales o polvo.
Estas plantas se pueden usar en propiedades agrícolas y en jardines, parques, centros turísticos, zonas verdes en fábricas, negocios, oficinas.
Opciones
Entre las más importantes plantas cubre suelo se encuentran:
El Arachi pinto, o maní forrajero, el cual es una planta leguminosa, o sea que fija nitrógeno al suelo y brinda un tejido vegetativo de color verde tierno y abundante floración amarilla.
Es apropiado para taludes y superficies planas expuestas al sol. También es una planta excelente para forraje ya que brinda hasta 22% de proteína en crudo y puede ser usada para alimentar conejos, cabras, ovejas, pelibuey, y demás ganado.
También puede hacerse harina para otros animales; prácticamente no necesita fertilización y basta con que reciba adecuada humedad para que se mantenga vigorosa.
La grama San Agustin, muy apreciada en los jardines, taludes montículos, jardines escondidos, centros turísticos, centros comerciales, entre otros lugares.
Le agrada el sol, aunque puede desarrollarse en penumbra, pero no en plena sombra , da un toque de alfombra extendida a la superficie del suelo, con un color verde intenso, soporta caminar sobre ella, aunque no se recomienda para campos hechos para practicar deporte intensivo.
Si hay árboles y queremos tener un engramado perfecto bajo ellos, hay que podar la copa del árbol, permitiendo que un porcentaje de rayos llegue a la grama y esta se mantendrá excelente.
El “centavito”, especialmente para áreas con sombra, genera alfombras atractivas que permiten que los jardineros se luzcan, delineando figuras que se le soliciten y muy apropiado para darle vistosidad a sectores con árboles que dan abundante sombra donde el Arachi y la grama no se desarrollan bien.
La sebrina es una planta apropiada para áreas de penumbra, aunque funciona a pleno sol y también con mucha sombra, evitando la erosión y permitiendo la infiltración del agua al sub suelo.
El Roheo, es apropiado para formar letreros o figuras en los taludes y alfombras en áreas asoleadas y penumbra, creando contraste de colores con la grama, Arachi y la sebrina.
Es apropiada para setos entorno a las piscinas en los ranchos de la playa y la montaña.
Igual son adecuadas el poto, el syngonio, la clivia, la ceriza, la falsa uva, la hiedra, el philodendro, la Dracaena reflexa, el periquito, Camila, crotos, gardenia, durante, liriope, la Santa Marta, la tenanta, entre otra infinidad de plantas cubre- suelo y generadoras de biomasa que en cada poda se puede recolectar para producir abono orgánico.
Al no ser leñosas, en pocos días serán un perfecto compost.
Los setos y los cubre suelo son la expresión máxima del buen gusto y cumplen a cabalidad la función de impedir la erosión.
Basta conocer las propiedades de cada especie para aprovecharlas al máximo.