Más críticas a Daniel Ortega por dar asilo a expresidente Funes

Exfuncionario y sandinista disidente señalan que caso perjudica al país

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Miembros de la Policía Nacional resguardan la casa del expresidente de El Salvador

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08 September 2016

La presencia en Nicaragua de Mauricio Funes, ex presidente de El Salvador, como sujeto de un asilo político otorgado en 24 horas por Daniel Ortega, causó rechazo e indignación en algunos sectores de la sociedad, así como reacciones de conformismo en otros.

El exministro de Educación, Humberto Belly, opina que “es muy perjudicial para la imagen de Nicaragua dar refugio a una persona que está siendo investigada de malversación de fondos por el sistema judicial salvadoreño”.

Recuerda que esos procesos legales no tienen una motivación política, sino que se trata de un “juicio por delitos comunes y queda la posibilidad, que está muy abierta, de que sea condenado en El Salvador por delitos comprobados, en cuyo caso Nicaragua estaría siendo refugio de delincuentes”.

Belly señala que haberlo asilado “es muy dañino para Nicaragua, porque no es el primer caso. Recordemos que en la época de la revolución sandinista (la década de los años 80) había terroristas de ETA y de otros países que estuvieron hospedados en Nicaragua. Ojalá que ahora, en vez de refugio político, Nicaragua no se convierta en una nación que sea refugio de ladrones y malversadores de fondos”.

Funes, quien es investigado por cinco delitos ligados a corrupción en El Salvador, radica junto a su familia en la Residencial Las Colinas, una de las más exclusivas zonas de Managua donde permanece un vehículo y dos agentes de la Policía Nacional para garantizar su seguridad personal.

A juicio de Belly, si Daniel Ortega decidió dar asilo al ex mandatario salvadoreño se debe, en gran parte, a la membresía de Funes en el FMLN, debido a la afinidad política.

Incongruencia de Ortega

Ana Margarita Vijil, presidenta del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), asegura que la decisión de Ortega de otorgar asilo expedito a Funes, mientras cierra las fronteras a miles de exiliados que solo piden transitar por el territorio nacional rumbo a Estados Unidos, muestra que este es un régimen lleno de contradicciones.

“Somos firmes creyentes en que una sociedad democrática tiene que otorgar asilo a una persona que es perseguida en su país, pero ese no es el caso. No son delitos políticos por los que se procesa al presidente Funes. Es la justicia civil y él tiene que responder como cualquier otra persona ante la justicia de su país. Nosotros no tenemos por qué cargar con eso”, sentencia.

“Vemos además una profunda contradicción con el hecho que el gobierno de Daniel Ortega ha sido incapaz de darle paso a cubanos, haitianos, africanos, que solamente quieren pasar por nuestro territorio y están muriendo ahogados en el Gran Lago de Nicaragua o viviendo en condiciones bien complicadas, mientras arriesgan sus vidas tratando de entrar al país por puntos ciegos de nuestra frontera”, añade.

Vijil también cita el caso de los religiosos de distintas denominaciones a los que se les impuso restricciones cuando quisieron entrar al país. “Esto demuestra una vez más que vivimos en un régimen autoritario, que no respeta las leyes”, asegura.

La sandinista disidente explica que con su decisión Ortega “vuelve a mostrar fuera de Nicaragua lo que él está haciendo en este país y las mentiras que nos dicen a diario. Funes dijo un día que no estaba pidiendo asilo, y luego vemos que en 24 horas se le otorga, en un trámite turbio, en un proceso en el que los nicaragüenses gastamos por la seguridad y las instalaciones que se le facilitan”.

En referencia a las declaraciones que Funes dio ayer durante una entrevista televisiva a un canal nicaragüense, en las que asegura que Nicaragua tiene un “gobierno democrático donde se respetan la Constitución y las leyes”, Vijil opina que “es evidente que Funes está pagándole el apoyo a Ortega. Parece que entre personas turbias se apañan”.

La presidenta del MRS dice que no juzga a Funes, “porque hay un proceso en su contra que no ha finalizado, pero deja mucho que desear el hecho que él no quiera someterse a ese proceso, y se venga a esconder bajo las faldas de un gobierno autoritario y represor como el de Daniel Ortega. Funes sabe bien lo que está pasando en Nicaragua”.