La cirugía de cataratas de un paciente del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ha tenido que ser suspendida ante la falta de un centro de atención en el que pueda realizarse, denunciaron oftalmólogos de la institución.
El paciente ha sobrellevado un calvario de continúas suspensiones de la operación, mientras que su visión se sigue deteriorando.
Según consta en notas médicas de su caso, en las primeras ocasiones se debía a que aún no estaba lo suficientemente estable y en la actualidad es porque su condición supera la capacidad del Policlínico Zacamil.
Las cirugías oftalmológicas del ISSS fueron trasladadas a finales del año pasado del Hospital General, un centro de tercer nivel, al Policlínico Zacamil, que es de segundo nivel.
En notas con fecha de enero de 2015 se destacaba la necesidad de operarlo, de explicarle los riesgos de su caso y de poder estabilizarlo.
El paciente padece de diabetes tipo 2 desde hace 30 años, hipertensión arterial y Enfermedad Renal Crónica (ERC). También tiene una cardiopatía isquémica. Todos son padecimientos crónicos que lo convierten en alguien de alto riesgo para una cirugía.
El 19 de agosto recién pasado, un grupo de oftalmólogos realizó una conferencia o reunión para analizar el caso.
Uno de los especialistas que participó en la reunión informó que, previamente, un médico internista que revisó el caso no recomendó que fuera operado en un centro de atención de segundo nivel.
El oftalmólogo a cargo del paciente pidió la opinión de sus compañeros, quienes concluyeron también que “el paciente no es candidato a realizar procedimiento quirúrgico en hospital de segundo nivel por alto riesgo de complicación”, según consta en la nota de la conferencia.
Una de las observaciones de los especialistas es que el “riesgo score ASA es muy alto”. Dicho puntaje ASA se refiere al riesgo anestésico de una persona, debido a su estado, ya de por sí descompensado, previo a una operación.
Las posibilidades de un infarto o alguna complicación que lo lleve a la muerte no son pocas.
La nota de la conferencia, sellada por varios oftalmólogos, concluye con una opción que no brinda certezas al paciente: “Plan: Presentar caso a dirección para dar plan de seguimiento”.
Un oftalmólogo consultado por El Diario de Hoy, quien pidió no publicar su nombre, expresó que, previo al traslado de los quirófanos de Oftalmología, ya se había pedido respuesta a las autoridades sobre qué pasaría con los casos más complicados que necesitan de un tercer nivel de atención para ser operados.
“El médico ha sido muy prudente en no operarlo. Pero, ¿qué nos queda para el paciente? ¿Qué es lo que le puede ofrecer si no tengo dónde operarlo?”, cuestionó.
Pese a las observaciones realizadas por los especialistas, hasta la fecha el ISSS no ha establecido planes alternativos para este tipo de casos.
“No existe plan, por eso se están pidiendo los lineamientos a seguir”, dijo el médico.
El oftalmólogo expuso que el paciente enfrenta el riesgo de perder su visión por completo, de no ser operado a tiempo. Explicó que en estos momentos no se puede determinar cuál es el daño de la retina y del nervio óptico porque lo oculta la catarata.
Por ello debe ser operado para luego volver a evaluarlo y darle el tratamiento que necesite.
“Puede que al momento que se venga a operar el grado de daño ya no sea reversible en la retina”, avisó.
En notas médicas con fecha 20 de abril de 2016, se informaba que el paciente percibía luz, pero no colores. Para el 30 de mayo ya se notificaba un “mal pronóstico visual”.
Claudia Olano, secretaria del Sindicato de Médicos Trabajadores del ISSS (Simetrisss), expresó que el caso reconfirma sus denuncias de los inconvenientes que existen para los pacientes a partir del traslado de los quirófanos.
“Hemos dicho que los pacientes graves son los más afectados, no los operan en ningún lado. ¿Qué pasará con ellos?”, dijo.
Olano, quien es anestesióloga, señaló que todos los pacientes con ERC son clasificados con ASA de alto riesgo y no pueden ser operados en un hospital de segundo nivel. “Ahí no hay cardiólogos, neumólogos ni nefrólogos, y en este tipo de pacientes puede haber una complicación hasta con anestesia local”.
El Diario de Hoy solicitó la postura del ISSS sobre el caso el 24 de agosto, pero al cierre de está nota, no se había recibido respuesta.