Una de las máximas bondades de las plantas es que constituyen el primer nivel de nutrición humana y también para la ganadería y toda la vida silvestre.
Investigaciones realizadas por el Instituto San Andrés, a través de su bachillerato agropecuario, permiten definir especies de árboles y otros, que pueden convertirse en complemento en la nutrición del ganado, especialmente en la estación seca, cuando el pasto escasea.
Desde su reproducción en el vivero San Andrés para ponerlas a disponibilidad de toda persona interesada en aprovechar los enormes beneficios que nos brindan en el campo de la ganadería, especialmente de las plantas que producen más del 22% de proteína en crudo como la leucaena, que se puede aprovechar de diversas formas.
Dado que los costos de alimentos concentrados muchas veces son muy altos, especialmente para pequeños ganaderos, resulta conveniente conocer las propiedades de árboles cuyo follaje puede ser usado como alimento para estos y otros animales.
Gracias a Dios existen plantas forrajeras para la ganadería de leche o para producción de carne y también para forraje de la ganadería menor y hasta para el manejo de aves.
De tal forma que obtendremos iguales o mejores resultados ahorrándonos hasta un 40 % de los costos comparado con mantenimiento a base de concentrado industrial procesado.
Entre los árboles o arbustos que se pueden aprovechar con éste propósito destacan leucaena, moringa, chaya, caulote, papaturro, carreto entre otras bondadosas plantas tropicales
En el Instituto San Andrés nos preocupa el deterioro ecológico y así creemos en arboles forrajeros cuya existencia evita la erosión, en forma vertical nos brinda excelentes volúmenes de biomasa y además permite la infiltración de agua al nivel freático, además son reservorio de carbono y productoras de oxigeno.
También fijan nitrógeno al suelo y generan microclimas agradables y saludables.
Al plantarlos, se reducen tanto los problemas como los costos de alimentación de ganado en la estación seca.
Las reses lo pueden consumir fresco y es conveniente alternar diferentes especies para asegurar una nutrición balanceada.
En el Instituto San Andrés, se brinda asesoría gratis para establecer estos cultivares y estamos en la disponibilidad de hacer convenios de investigación, relacionado con la conservación ecológica y la seguridad alimentaria.
Indefectiblemente estos jóvenes del bachillerato agropecuario son ideales como trabajadores de la ganadería o establecer su propia granja o establo.
En la comunidad del Instituto San Andrés, tenemos un plan de estudios, en el que una parte es capacitar a los jóvenes para que conozcan y aprovechen las bondades de las plantas forrajeras para lograr una verdadera sostenibilidad de la ganadería y del ecosistema, o sea aprender haciendo, produciendo y comercializando los bienes y servicios agrícolas.
Divulgarlos es parte de las acciones que se desarrollan en beneficio de otros.