Gobierno acude a la ONU para que interceda por pacto de país

El organismo nombrará a un “facilitador”, a raíz de la “polarización política” en el país

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En 2015 se creó la mesa de diálogo auspiciada por la OEA donde participaron dirigentes del PDC

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18 August 2016

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lidera en el país un nuevo pacto entre el gobierno, los partidos políticos, la empresa privada y otros sectores para alcanzar acuerdos de nación en seguridad, despolarización política, pacto fiscal, sistema electoral, justicia, institucionalidad democrática, procedimientos constitucionales, salud, agua, y empleo, entre otros.

El canciller Hugo Martínez, informó ayer que lo anterior se está “llevando a cabo a petición del presidente Salvador Sánchez Cerén, un proceso para el establecimiento de una agenda que conduzca a acuerdos de nación. Este esfuerzo está siendo apoyado por Naciones Unidas”.

El miércoles por la noche el representante de la ONU en El Salvador, Christian Salazar, convocó a los dirigentes de los partidos políticos, al presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Luis Cardenal, al canciller de la República, Hugo Martínez, y a otros sectores, para trasladarles un informe final que es el resultado de tres reuniones que el organismo ha sostenido con ellos.

La ONU les explicó que, tras los encuentros que han tenido por separado, han identificado que el nivel de “polarización” es “grave”, según informó una fuente política que participó de la reunión, pero pidió omitir su nombre.

A raíz de esto es que la ONU les informó que es necesario que haya un “facilitador” designado por el organismo para lograr un nuevo acuerdo.

La iniciativa es bien vista por los partidos y por el sector privado, sin embargo, enfatizan que hay ciertos elementos como la “desconfianza” en el manejo de lo que es en sí la “democracia” y, además, luego de crearse varias mesas de diálogo con el gobierno que han dado pocos o nulos resultados.

Pese a esto, la idea de la ONU es hacer una segunda “fase” de los Acuerdos de Paz firmados en 1992, con el objetivo de terminar con la “polarización” que existe en el país cuando se acerca la celebración de los 25 años, en enero de 2017, de haberse pactado la paz después de 12 años de conflicto armado entre la guerrilla y la Fuerza Armada.

Cardenal indicó que una misión de la ONU ha venido en dos ocasiones al país para tener reuniones bilaterales con distintos sectores y que a partir de esos encuentros y de observar que existe un “enfrentamiento grave” decidió que es necesario hacer un nuevo pacto. 

Lo anterior ocurre en momentos en el que el país atraviesa una etapa álgida en el índice delincuencial y de las pandillas, homicidios, crisis fiscal e investigaciones de corrupción en contra de funcionarios y exfuncionarios públicos.

Para tener una mayor efectividad, Cardenal explicó que la ONU no quiere que se cree una mesa de “diálogo”, sino una mesa de “negociación”, esto a raíz de la experiencia vivida con otras instancias similares creadas entre el gobierno, partidos y otros sectores.

Un ejemplo fue la mesa del pacto de Ataco, creada en agosto de 2015 por ARENA, FMLN, GANA, PCN y PDC, y que fue auspiciada por el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

ARENA optó por retirarse argumentando que las reuniones no tenían sentido ni generaban resultados. Desde entonces la mesa se deshizo.

“Después de que dijimos que respetaríamos la Constitución de la República en agosto (cuando se formó la mesa de Ataco), mes y medio después salen diciendo ellos (el FMLN) otra cosa”, indicó el presidente de ARENA, Jorge Velado.

A lo que se refiere es que pese a estar en esas discusiones, el partido en el gobierno afirmó en su Congreso realizado en octubre del año pasado que “querían el control de los tres Poderes del Estado”. El FMLN planteó medidas encaminadas a eso en sus documentos que contenían las estrategias partidarias.

El gobierno ha intentado con distintas mesas, tanto interpartidarias como con sectores sociales, superar problemas como la inseguridad y tratar temas como el de llegar a un pacto fiscal, pero al decir de Velado y de Cardenal los frutos son pocos o nulos.

“Yo les expresé que la confianza no es algo que se genera sólo por decir ‘tengámonos confianza’, tiene que ver con la actitud, con el lenguaje y los mensajes y, especialmente, con hechos concretos, que se cumplan los compromisos y que no vayan orientados políticamente a beneficiar a un sector en detrimento de otros, sino de beneficiar a la población y resolver los problemas de todos los salvadoreños”, puntualizó Cardenal.

En esta ocasión, según el dirigente empresarial, la ONU busca con su mediación que los acuerdos tomados en la instancia, que sería regida por Naciones Unidas, en verdad se cumplan.

Añadió que en este sentido es que el organismo internacional les presentó el miércoles pasado no sólo el informe de cómo la ONU mira al país, sino la metodología a seguir, que incluye tener un facilitador que cumpla con ciertas características.

“Que hablara español; una vez se encontrara a esa persona había una metodología de comportamiento, en dónde se iba a hacer, quiénes serían los participantes, cuál sería la ética, quién iba a hablar en nombre de la instancia, la medición de llegar a acuerdos y cumplirlos; el facilitador iba a velar por lo que allí se acordara, se cumpliera”, ahondó.

Un representante político que participó en la reunión explicó que ese facilitador podría ser Álvaro de Soto, quien fue el mediador en el proceso de pacificación por parte de las Naciones Unidas en la década de los 90.

Esa parte no quedó clara en el encuentro con la ONU, explicó Cardenal, pues indicó que lo de proponer a Álvaro de Soto fue idea de la diputada y dirigente del FMLN, Nidia Díaz.

Sobre este punto hay cierta inquietud de si un extranjero tendría competencia para dirimir en estos casos.

Cardenal dice que se sugirió que sea alguien que domine el idioma español, “imparcial”, que no esté cargado “ideológicamente” para ningún lado, de trayectoria profesional y que tuviera un grado de compromiso tal que cualquier cosa bajo su responsabilidad que saliera mal tenga repercusiones graves para esa persona.