Comunidad de Chinameca en Virginia celebra 25 años de servicio a su pueblo natal

La gran obra que mantiene unido al grupo es la labor benéfica por el Hogar de Niños Minusválidos Abandonados Padre Vito Guarato.

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Oriundos de Chinameca residentes en Washington celebraron 25 años de organización y de apoyo a su pueblo natal.

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16 August 2016

Se reúnen para mantener los lazos de fraternidad como pobladores de Chinameca, San Miguel, en la región de Virginia, Estados Unidos. Disfrutan de la buena mesa, la conversación entre paisanos; pero sobre todo persiste en este grupo de 36 familias, el voluntariado con amor por su pueblo natal y el férreo compromiso de contribuir desde la distancia a su desarrollo.

El fin de semana acudieron a una cita en la campiña en las afuera de la ciudad de Leesburg, Virginia, para una celebrar algo transcendental: los 25 años de haberse conformado como “Comunidad Unida de Chinameca”. Y para hacer un recordatorio del cuarto de siglo de trabajo en pro de su pueblo.

El presidente del grupo, Francisco Castro, un empresario esa región, asegura una de las obras que mantiene cohesionado al grupo es el trabajo en pro de una noble labor benéfica tanto dentro como fuera del centro.

Se trata de la ayuda que año con año prestan al Hogar del Niño Minusválido Abandonado Padre Vito Guarato, en San Salvador. “Yo creo que los que nos ha mantenido unidos por tanto tiempo es esa obra con los niños del centro, a los que nos hemos entregado con entusiasmo por tantos años”, comenta Francisco.

No es para menos, en la cabaña donde se conglomeraron para resguardarse de la lluvia y dar las palabras alusivas, colgaban las fotos de los menores benefactores, muchos de ellos ahora adultos que los han conocido desde la infancia.

Pero su apadrinamiento también ha logrado encaminar a otros benefactores –extranjeros-  que año con año apoyan a este hogar, regentado por la orden franciscana y que atiende a menores minusválidos desde neonatos hasta adultos el centro en Planes de Renderos, San Salvador.

La celebración de los 25 años de servicio a su comunidad también sirvió para reconocer a miembros fundadores del grupo que de manera ininterrumpida se han entrado a esta causa. Este es el caso del matrimonio conformado por doña Irma y don Francisco Medrano, quienes en el futuro cercano pretenden regresar a su pueblo natal en San Miguel para disfrutar del retiro.

Medrano aseguró a los presentes -luego de una suculenta parrillada- que lo más gratificante de este tiempo de trabajo voluntariado  ha sido ver proyectos en pro de su poblado y que se han hecho realidad con su apoyo como comunidad unida.

Estos 25 años, recordó su dirigente Francisco Castro, “hemos entregado además de la ayuda desinteresada, además de ver mejoras en nuestro pueblo, han sido años muy gratificantes de mantenernos unidos como una gran familia”, razono.

Estos paisanos mantienen una serie de actividades para hacer colectas de fondos para mantener la organización sin fines de lucro. Para la cena anual que realizan en el segundo semestre del año los fondos íntegros van a la obra del padre Vito Guarato.