Un repunte de cadáveres embolsados abandonados en la vía pública registran las autoridades en las últimas semanas.
Con frecuencia en vías que son consideradas corredores como la Troncal del Norte, Anillo Periférico, carretera al puerto de La Libertad y la autopista hacia el oriente del país, sector de San Martín, son sitios aprovechados por las pandillas para dejar los cuerpos y escapar con facilidad.
Las autoridades descartan que detrás de los constantes hallazgos de cadáveres en bolsas plásticas, en sábanas, maletas y sacos; estén estructuras de asesinos en serie en el país, las ligan más a los grupos de pandillas de diferentes clicas y al narcotráfico.
En lo últimos dos meses, la Policía ha registrado el hallazgo de al menos 12 cuerpos en esas circunstancias, cifra que se suma a los 20 que las autoridades reportaron entre el 1 de enero y el 29 de abril.
En cuatro meses han dejado 20 cuerpos embolsados
Además, en los últimos días han aparecido cadáveres en carros que tienen reporte de robo, amordazados y abandonados (ver nota a parte).
La Fiscalía, por su parte, no duda en asegurar que los autores de estos atroces hechos estén los integrantes de las dos grandes pandillas, donde las víctimas suelen encontrarse amordazadas, vendadas y atadas de pies y manos.
Unos de los hechos más recientes se localizó en el kilómetro 4 de la Troncal del Norte el 7 de agosto. En ese lugar se halló el cuerpo de un hombre dentro de una bolsa plástica en horas de la mañana.
Como sucede en todos los casos, la víctima no fue identificada ni reconocida por los vecinos.
La jefa de la Unidad de Vida de la Fiscalía, Guadalupe Echeverría, manifestó que el modos operandi en estos casos es distinto entre las pandillas 18 y la MS.
Mapa con lugares favoritos para dejar cadáveres
“Cada una tiene su forma particular de accionar o que realiza por instrucciones de los palabreros o cabecillas”, afirmó Echeverría.
La funcionaria aclaró que a diferencia de otros homicidios, en los embolsados las víctimas no son ultimadas con arma de fuego sino por asfixia.
“Luego proceden a ocultarlos en bolsas, sábanas y sacos para más tarde, sobre todo en la noche o madrugada llevarlos a zonas que las autoridades han calificado como de liberación”.
En gran parte de los casos, “se desconoce el lugar dónde le ocasionaron la muerte a las personas”.
La fiscal puntualizó que los cadáveres son transportados en el baúl de vehículos robados o hurtados.
Echeverría explicó que el tipo de envoltorio utilizado es indiferente para los agresores, pues el mismo solo tiene que ver con la disponibilidad pero no tiene un simbolismo aparte.
Con el traslado de los cuerpos las pandillas buscan “no calentar su zona o que un hallazgo de este tipo movilice a los policías o militares al lugar”.
En ocasiones sucede que embolsan y entierran a su víctima, “de ahí que encontramos diferentes patrones de acuerdo a la forma de accionar de cada pandilla”, afirmó la jefa de la Unidad de Vida de la Fiscalía.
Echeverría señaló que la pandilla 18 parece ser el grupo más sanguinario y de generar mayor terror en estos casos, pues son más extremistas ya que no solo amordazan o asfixian a sus víctimas, sino que también los desmembran y sus partes van a una bolsa negra o en envoltorios separados, que en algunos caos son esparcidos en diferentes lugares.
La fiscal afirmó que también han detectado hechos en los que buscan esconder o enterrar los restos de sus víctimas de “modo de complicarle el trabajo a la Policía”.
Con ese propósito los restos humanos son lanzados a pozos o los dejan semienterrados en cementerios clandestinos.
“Hemos examinado que en este tipo de accionar, los sujetos de la pandilla 18 son más violentos que la MS”, subrayó Echeverría.
Suelen abandonar sus víctimas en sitios de la pandilla contraria para desorientar las investigaciones de las autoridades.
“Todos los cadáveres embolsados, ensabanados y enmaletados tienen como principal característica mover la principal evidencia para convertirle el caso en un rompe cabeza”, enfatiza la fiscal.
Los sitios de liberación por lo general están a uno, dos y tres kilómetro de donde cometieron el hecho.
En casos de feminicidios, advierte la fiscal, la víctima antes ha sido violada y hasta mutilada por sus agresores.
Los afectados son pandilleros del mismo grupo y su muerte obedece a incumplimiento de alguna norma de estos grupos delictivos, también por ser rivales o simpatizantes de un grupo contrario, o simplemente por relaciones sentimentales con otros pandilleros.
También suelen asesinar a las personas y dejarlas en sábanas cuando las consideran informantes de la Policía, tener problemas con alguno de sus miembros y por venganza. “Dejan en bolsas a una mujer que ha tenido relaciones con un miembro del mismo grupo delincuencial, con la mara contraria o con algún policía”, explicó.
Por lo general las personas que aparecen muertas dentro de bolsas tienen entre 18, 25 y 30 años.
El mensaje que busca enviar con estos casos, es importante determinar.
A parte de desviar las investigaciones, los criminales, manifiesta la fiscal, pretenden mandar un mensaje a la pandilla contraria y a la población de la zona donde dejan estos cuerpos.
“Hemos encontrado mensajes en cadáveres desmembrados incluso con su órgano genital cortado y colocado en la boca”, afirmó Echeverría.
A veces los labios han sido cosidos, lo que implica mensajes bien fuertes, porque si le están cosiendo o cerrando la boca, es que tuvo que haber dicho algo que no tuvo que haber hablado contra ellos”, reiteró.