Lleva 46 años cortando el pelo a los ahuachapanecos

Su experiencia y conocimiento se los ha transmitido a un hijo. Álvaro Acosta tiene una de las cuatro barberías que funcionan en el municipio

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Álvaro Acosta dice que disfruta su trabajo y que trata de mantenerse actualizado con las modas y tendencias para satisfacer a sus clientes.

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14 August 2016

El oficio de peluquero, también conocido como barbero, está cerca de desaparecer en Ahuachapán, porque muchos jóvenes consideran que cortar cabello es una actividad exclusiva de mujeres.

A penas hay cuatro barberías en la ciudad. Una de ellas es la de Álvaro Acosta, que se ha dedicado a este oficio durante 46 de los 72 años que tiene de edad.

Uno de los secretos para mantenerse en ese trabajo es que no se ha quedado atrás con los estilos que le gustan a jóvenes y adultos. Como la pared de su negocio lo indica, hace cortes tradicionales y modernos.

Eso le ha servido para que una buena cantidad de jóvenes lo busquen, incluso, varios padres llevan a sus hijos pequeños a que les corte el pelo.

El septuagenario expresó que por su negocio han pasado personas que desean aprender; pero a las pocas semanas se retiran, porque se requiere paciencia y por lo menos seis meses para conocer lo necesario para realizar un buen corte.

Aunque también se marchan porque no perciben ingresos económicos, reconoció.

Su experiencia la ha transmitido a un hijo, Álvaro Antonio Acosta, quien trabaja con él. Un nieto también está aprendiendo el oficio.

Aseguró que dedicarse a esta labor es por vocación, porque las ganancias no son muchas.

La satisfacción es servir a muchos ahuachapanecos que llegan para cortarse el cabello; pero que también ocupan el tiempo que tardan en hacerlo, para platicar de negocio, política, y deporte, entre otros.

Eso implica para Álvaro, estar al día en esos temas, por lo que una de sus pasiones es la lectura.

Recordó que antiguamente los “señores de dinero” preferían que los visitara en sus casas para cortarles el cabello. Aunque dicha costumbre se perdió allá por el 2000, junto al buen pago que le daban.

Recuerda además que en sus inicios, el cobro era apenas de 35 centavos de colón, lo que equivale a $0.04.

 Actualmente es de $1.50, pero hay algunas salas de belleza que cobran un dólar, lo que hace más difícil mantenerse operando, explicó.

Álvaro no solo ha prestado su servicio a civiles; sino que también a militares, ya que estuvo de alta en el Destacamento Militar Número 7 (DM-7), con sede en la cabecera departamental. 

Se jubiló de dicha institución hace 15 años.

Su barbería está ubicada sobre la 3a. avenida Sur, entre 3a. y 5a. calle Poniente.