Salvadoreños abarrotaron este jueves la frontera Las Chinamas, en Ahuachapán, para viajar hacia Guatemala a pasar los últimos días de vacaciones por las fiestas agostinas.
La situación provocó una fila de vehículos de más de un kilómetro y medio desde las oficinas migratorias hasta el lugar conocido como "La Pedrera".
Las personas se quejaron de la tardanza del personal de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) para atenderlos, ya que únicamente estaban funcionando tres de cinco ventanillas, ubicadas al interior de las oficinas. El tiempo de espera era de entre 25 y 30 minutos.
Ninguna de las personas de la DGME brindó declaraciones por no estar autorizados; mientras que un agente policial, que no se identificó, expresó que son cerca de 5 mil a 6 mil personas las que han estado pasado a diario hacia Guatemala en la última semana.
Otro de los retrasos que han tenido que enfrentar los salvadoreños con rumbo al país vecino es que sobre el puente no puede circular más de un vehículo a la vez y a una velocidad que no sobrepase los 10 kilómetros por hora.
Esto debido a que varias de las losas están dañadas lo que ha obligado al gobierno guatemalteco a colocar una plancha metálica.
Foto EDH/ Roberto Zambrano
Juan Pérez, quien iba hacia Guatemala, expresó que los trámites para salir de El Salvador son engorrosos y que los agentes migratorios tardan mucho tiempo para revisar la documentación.
Contrario a lo que sucede en la frontera guatemalteca que no deben de esperar más de cinco minutos, dijo.
Otra turista, Juan López, criticó que no existe paso ágil entre ambas naciones debido al tiempo que se tardó para realizar los trámites.
Recomendó a las autoridades que en estas fechas deberían de enviar más personal para atender a los usuarios, cuya cantidad aumenta considerablemente respecto a épocas que no son de temporada festiva.