Daniel Ortega pretende instaurar nueva dinastía

El Consejo Supremo Electoral, controlado por los sandinistas destituyó a 28 diputados. Con esto el dictador Daniel Ortega afianza su proyecto de crear un partido único.

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El parlamento de Nicaragua ha quedado en manos de los sandinistas

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31 July 2016

Daniel Ortega busca consolidarse en el gobierno, tratando de allanar el camino para perpetuarse en el poder, ya sea siendo reelecto o que su esposa lo suceda.

Para ello los sandinistas tomaron el poder del Parlamento destituyendo a 28 diputados de la oposición en la Asamblea Nacional.
 Medios nicaragüenses hablan ya de una sucesión familiar o de una nueva dinastía como fue la de los Somoza y las opciones apuntan a que la esposa de Ortega, Rosa Murillo, sería la candidata.

“Ortega buscaba impresionar a (presidente venezolano Nicolás) Maduro y subirle las acciones a Murillo”, dijo el  sociólogo y analista político Óscar René Vargas, quien considera que la esposa del mandatario será la compañera de fórmula, publicó el diario La Prensa.

Según Vargas, Ortega, de 70 años y quien busca la reelección, ha radicalizado su accionar en contra de la oposición porque teme que en unos comicios libres y observados nacional e internacionalmente, la población lo saque del poder como ocurrió en 1990, cuando perdió las elecciones presidenciales frente a la Unión Nacional Opositora que encabezó Violeta Barrios de Chamorro. 

Uno de los congresistas destituidos, Enrique Sáenz, denunció el afán de concentrar el poder en el Ejecutivo y de eliminar a opositores. 

Recordó que desde que Ortega regresó al gobierno en 2007 dejó claro su rechazo al sistema pluripartidista y su inclinación por un “partido único”, refirió el legislador destituido.

“Esa concepción política totalitaria la ha venido implementando paso a paso con fraudes electorales, modificando el Código Militar, modificando la Ley de la Policía, apoderándose de la totalidad de los poderes del Estado y ahora demoliendo el último bastión de institucionalidad que quedaba en el país”, dijo Sáenz en referencia a la Asamblea. 

Disidentes sandinistas protestan

“En Nicaragua ya se ha desmantelado la vida democrática”, coincidió el exvicecanciller y disidente sandinista Víctor Hugo Tinoco, quien vislumbra el establecimiento de “una dictadura”.

A juicio del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Ortega está dejando clara su intención de instaurar un “proyecto de régimen de partido único” que amenaza a todos los nicaragüenses que no se alineen al oficialismo.

La bancada opositora destituida emitió calificó lo sucedido como “la demolición del último bastión de institucionalidad democrática y el Estado de derecho porque violenta todos los procedimientos legales y destruye las bases del sistema constitucional.

Los ahora excongresistas urgieron a la comunidad internacional a observar la situación de la democracia en Nicaragua y adoptar acciones para restituir las elecciones libres, participativas y con observadores. 

El Consejo Supremo Electoral (CSE) -controlado por el régimen sandinista, según los opositores- alegando el desacato a la dirigencia del Partido Liberal Independiente (PLI), bajo cuya bandera fueron elegidos en 2011,  Ortega logró el control del Parlamento y con ello se afianza en su proyecto de instaurar un partido único, denunciado y adversado por sus críticos.

Con el cese en las funciones de los legisladores opositores en el Parlamento se cerró el último espacio donde se criticaba desde un poder del Estado las decisiones del régimen de Daniel Ortega, publicó recientemente el diario nicaragüense La Prensa.
Los cambios en el parlamento se producen a casi tres meses de las elecciones generales de noviembre.
Respetar pluralismo

Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, dedicó al menos seis publicaciones en su cuenta de Twitter para referirse a la destitución de los diputados. 

En dos de esas publicaciones citó el comunicado que la Conferencia Episcopal publicó el 14 de junio pasado para pedir al Ejecutivo que respete el pluralismo político, tras clasificar como “nocivo” para el país “todo intento por crear condiciones para la implantación de un régimen de partido único, en donde desaparezca la pluralidad ideológica”.

“Todas las formalidades y pilares de la democracia representativa fueron eliminadas. Estamos frente a una dictadura”, declaró el jurista y exdiputado liberal José Pallais, en declaraciones ofrecidas a  la  agencia de noticias AFP.

El Congreso, de 91 escaños, quedó formado ahora por 63 diputados sandinistas, dos del Partido Liberal Constitucionalista (PLC, de derecha) afines al gobierno, 24 del PLI allegados a la nueva dirigencia y dos independientes.