LA UNIÓN. Los comerciantes de los locales del pupusódromo de la ciudad de Conchagua, exigen a la municipalidad que realice las reparaciones en la parte dañada del techo. Según los afectados, llevan tres años de no darle mantenimiento.
Son varias losetas del techo que fueron dañadas por fuertes vientos hace varios años y que aún no son reparadas. Los usuarios y dueños de pupuserías aseguran que cuando llueve, el agua se les filtra en el área de mesas y los clientes se mojan.
Mientras que en el verano, el sol les afecta y eso hace que la gente se retire rápido y no consuma.
Cecilio Ruiz, presidente de la directiva de vendedores del pupusódromo, dijo que le han enviado por escrito la solicitud a la alcaldía, que incluso se ha reunido con el alcalde. Este incluso recientemente les acompañó para hacer una inspección en el lugar.
“Primero había dicho que para estas fiestas de julio estaría reparado, pero hoy dicen que después de las vacaciones de agosto”, asegura Ruiz.
Son 14 locales los que alberga el pupusódromo y según sus ocupantes, la comuna tiene unos tres años de no darle mantenimiento. La promesa de la municipalidad, según Ruiz, es que están haciendo un diseño para cambiar todo el techo con lámina y otro material, así como la instalación de salida del humo.
Vicente Ramírez, jefe del área de desarrollo comunal de la alcaldía, dijo que con el paso del tiempo y el viento, el techo se ha deteriorado. Agregó que la semana pasada se reunieron con varios vendedores y el ingeniero que estará a cargo de la obra.
“La carpeta técnica estará lista en la presente semana y después que hayan finalizado las fiestas, la siguiente semana, se les presentará la propuesta para que ellos digan si les parece o no el techo”, dijo Ramírez.
Agregó que en esa reunieron estuvieron solo cinco de los 14 comerciantes involucrados y que de los presentes, cuatro dijeron que no le pusieran mano al techo sino hasta después de las vacaciones de agosto.
Ramírez dijo que se requiere del cambio total del techo y otras mejoras en el sistema de tuberías de las aguas servidas que salen del uso de la cocina. “Hay que mejorar el drenaje porque siempre tienen problemas de obstrucción y se está invirtiendo tres veces al año en destapar las tuberías”, agregó Ramírez.
Los comerciantes lamentan que las autoridades descuiden tanto una de las principales atracciones.