El juez especializado de Sentencia “A” de San Salvador, Godofredo Salazar, quien enjuicia 15 acusados de lavado de dinero, ente ellos el exdiputado Wilver Rivera Monge y Jorge Ulloa, (a) Repollo, rechazó los cuestionamientos hechos por el fiscal general, Douglas Meléndez, sobre el caso.
Meléndez se presentó, la mañana del jueves, al referido tribunal, dos horas después de que fiscales y defensores iniciaran los alegatos finales.
Antes de ingresar a la audiencia, el funcionario sostuvo que el Ministerio Público tiene “información confidencial” que les ha hecho sacar conclusiones, pero se negó a revelarlas.
Aunque Meléndez aclaró que no estaba cuestionando el trabajo de Salazar, dejó entrever que cuando se procesa a personas que tienen algún nivel de injerencia política o económica “la justicia suele ser demasiado blanda”.
“Esperamos que (el juez) resuelva de acuerdo a las pruebas; que no se den sentencias que muchas veces causan sorpresa”, manifestó el funcionario.
Horas después, el juez especializado aclaró, a través de la Oficina de Comunicaciones de los Tribunales, que “el juicio se ha tramitado con transparencia, diligencia e independencia”. Por lo que rechazó cualquier “injerencia indebida” y opinó que el fiscal general ignoraba el desarrollo del proceso judicial.
Salazar llamó a Meléndez a ser cauteloso con la información que dice poseer sobre el caso y lo exhortó a “que proceda con responsabilidad ante las instancias adecuadas”.
El juicio inició el 18 de julio y se tenía previsto que terminara en tres semanas porque la Fiscalía presentaría a más de 70 testigos. Pero la diligencia se acortó porque, según el juez, los fiscales prescindieron de casi todos los testigos y solo convocaron a tres.