El Salvador tendrá una mayor cantidad de lluvia entre agosto y noviembre, lo que provocará que los principales ríos del país se desborden y haya inundaciones. Además, habrá anegaciones en la zona urbana, advirtió la ministra de Medio Ambiente, Lina Pohl.
El incremento de las lluvias se deberá a la influencia del fenómeno climatológico conocido como La Niña, la cual se espera que esté establecida en un 60 % durante esos meses, dijo la funcionaria.
De acuerdo a los resultados del Quincuagésimo Foro del Clima de América Central, que se llevó a cabo la semana pasada en Costa Rica, para El Salvador se prevé que durante el trimestre de agosto, septiembre y octubre, la perspectiva de lluvia se incremente en un 7 %; lo cual equivale a precipitaciones arriba de lo normal.
Aunque en ese trimestre se espera que la lluvia aumente, en septiembre se tendrá una reducción del 2 %. Sin embargo, durante el mes de noviembre, las lluvias tendrán un incremento del 130 %, según los proyecciones.
“Vamos a tener lluvia normal o arriba de lo normal, porque vamos a tener con mucha probabilidad el fenómeno de La Niña desde este mes de agosto”, dijo Pohl.
El incremento de lluvia significa que los ríos presentarán condiciones superiores a los promedios históricos con mayor probabilidad en la zona oriental del país.
Ríos como el Goascorán y el Grande alcanzarán niveles de desbordamiento, lo que podría causar inundaciones.
De acuerdo con el MARN, el lapso más crítico será a finales de septiembre y durante octubre, cuando el nivel de los ríos superará sus cauces.
“En octubre los caudales medios mensuales se presentarán con un incremento de entre el 60 % y 80 %”, aseguró Lina Pohl.
Mucha lluvia, como la que se prevé para El Salvador, “significa problemas”, insistió Pohl, ya que el aumento de caudales será hasta del 80 %.
Con la erosión de los suelos, la situación se volverá más problemática, “por lo que hay que estar muy atentos”, dijo.
La directora del Observatorio Ambiental del MARN, Celina Kattán, explicó que el Sistema de Protección Civil tiene que estar muy alerta a los pronósticos que se están dando para prevenir riesgos a nivel nacional.
“Este año es de particular importancia que todos estemos atentos al clima”, insistió la ministra.
Otro de los ríos que podría superar su cauce es el Jiboa, que tendrá aumentos importantes en octubre y noviembre. Las crecidas en el río Paz, que divide El Salvador y Guatemala, serán entre agosto y octubre.
En el Bajo Lempa, donde los caudales son regulados por la represa 15 de Septiembre, se esperan dos crecidas para agosto y septiembre, con niveles cercanos a las bordas.
El río Grande, de San Miguel, tendrá al menos cuatro crecidas con alta probabilidad de desbordamiento en agosto, las que afectarán las lagunas Olomega y El Jocotal.
El caudal del Goascorán también aumentará dos veces y podría ocasionar inundaciones en la parte baja de su cuenca.
El incremento de las lluvias durante agosto será del 40 % al 60 % en la zona occidental y norte oriental, y del 20 % al 40 % en el resto del país.
En septiembre, la mayor parte de caudales se mantendrán en los niveles normales, con leves reducciones en la franja costera.
Si el fenómeno de La Niña se establece como se ha pronosticado, el invierno estaría finalizando a finales de noviembre.
En cuanto a los huracanes, en la cuenca del Golfo de México, mar Caribe y Atlántico, se espera una temporada normal lo que resta del año. Eso indica que estarían ocurriendo cerca de 12 ciclones tropicales, aseguró la ministra.
En conclusión, las aguas cálidas del Atlántico traerán una mayor cantidad de lluvia para El Salvador. Lo cual implica mayor riesgo de crecidas e inundaciones.
El Diario de Hoy intentó obtener la posición del Secretario de Vulnerabilidad, Jorge Meléndez, respecto a cómo se enfrentará la situación de las lluvias, pero no respondió.