El sábado pasado en San José Guayabal, el candidato presidencial por el partido ARENA, Norman Quijano, asumió un importante compromiso al exponer su visión de cómo recuperar, reactivar y devolverle el lugar que merece al sector agropecuario y agroindustrial. Un sector que resalta en la política económica por su efecto multiplicador, el cual genera más de 600 mil empleos.
El programa pretende evitar que no se concentre más la pobreza en el campo. Porque el bienestar del país debe ir firmemente tomado de la mano con el bienestar de los productores de granos básicos, caficultores, cañeros, ganaderos, avicultores, pescadores, de los trabajadores del sector agropecuario.
Norman propone al país ejecutar una política agropecuaria y agroindustrial con visión de largo plazo, para dinamizar las inversiones y las actividades productivas de este sector, y así, abastecer el mercado interno, aumentar las exportaciones y aprovechar competitivamente nuevos mercados.
Lo que requiere el construir una institucionalidad consolidada, dinámica, efectiva y eficiente. Hacer una reingeniería en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el CENTA, ENA e ISTA, para ponerla plenamente al servicio del agricultor, de los sectores productivos.
Se pretende promover la innovación tecnológica y la productividad, rehabilitando los distritos de riego de Zapotitán, Lempa Acahuapa, Atiocoyo Norte y Atiocoyo Sur. Impulsar un nuevo proyecto de riego en la zona del Río Grande de San Miguel, para incorporar miles de manzanas a la producción de alimentos.
Pero nada tiene valor si no garantizamos la seguridad en el campo. Si la gente sigue siendo asesinada, los trabajadores, productores y emprendedores del campo son extorsionados y los ganaderos diezmados por el cuatrerismo. ¡La impunidad de los delincuentes debe terminar! Y para ello, formar la policía rural, con equipos y el personal necesario.
En el ámbito productivo, Norman les aseguró a los pequeños agricultores de granos básicos que fortalecerá la entrega de paquetes agrícolas, con semilla de alta productividad y fertilizantes, incluyendo equipos y herramientas para el uso seguro de plaguicidas y la asistencia técnica del CENTA, fortaleciendo los canales de comercialización para que el productor obtenga buen precio por su cosecha.
La autosuficiencia en la producción de maíz, frijol y otros granos básicos es clave, tomando las ventajas de los paquetes tecnológicos, las líneas de crédito y la comercialización, para aumentar su productividad.
La caficultura ha sido el talón de Aquiles del gobierno del FMLN, golpeada por el descuido gubernamental ante la roya y los bajos precios internacionales. Necesita de una institucionalidad fuerte y voluntad para recuperarse. Norman se comprometió para que el café vuelva a ser un motor de la economía, generador de empleos. Se comprometió salvar el bosque cafetalero, garante de mejores regímenes de lluvia y mantos acuíferos.
Lo novedoso de su propuesta es crear el Centro Nacional del Café de El Salvador, integrando el Consejo Salvadoreño del Café, PROCAFÉ y CENTA-Café en un solo ente. Conjuntamente Gobierno, productores y gremiales buscarán nuevos mercados, nuevas oportunidades y nuevos conceptos para el café, integrados a un agresivo programa de renovación del parque cafetalero en gran escala, para mejorar la productividad con variedades resistentes a plagas y enfermedades.
Norman cree también en reactivar la ganadería, que reduzca costos, mejore la productividad y su valor agregado, apoyando el mejoramiento genético y la transferencia de tecnología.
Busca su programa ampliar el "vaso de leche", sumándole queso y huevos, para aprovechar sus beneficios nutritivos; que la escuela sea realmente saludable. Para ello, crear tres centros de acopio regionales.
Existe una serie de propuestas subsectoriales aunadas con políticas transversales que convierten la propuesta agrícola de Norman en una muy completa, enfocada al trabajo que se necesita para sacar adelante la agricultura.
* Colaborador de El Diario de Hoy.
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