Por primera vez, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ha establecido un monto máximo a pagar para los medicamentos No Incluidos en el Listado Oficial (NILO).
Un paciente que sufre una enfermedad grave y compleja, en el que se han usado todas las alternativas terapéuticas disponibles en el ISSS, pero ninguna ha funcionado, puede considerarse un caso excepcional que requiera de un medicamento NILO.
Pero a partir de este año, los tratamientos con medicamento NILO que tengan un costo mayor de $25,000 no serán autorizados, de acuerdo a la Norma de Evaluación y Autorización de Medicamentos NILO para casos excepcionales, presentada en abril, en el ISSS.
La compra de estos fármacos, como tratamiento alternativo para los derechohabientes, se ha realizado desde el 2002 en el Seguro Social, pero las autorizaciones para su uso comenzaron a aumentar de forma visible hasta el año 2010.
En el apartado E de la nueva norma se establece que: “En ningún caso se autorizará un medicamento NILO cuyo costo/tratamiento/año sobrepase el monto máximo autorizado para el pago de reintegros en el ISSS”. El monto fijado es $25,000.
El uso de los medicamentos alternativos ha sido prevalente durante los últimos años en especialidades médicas importantes, como oncología clínica.
Por ello, la reciente actualización de la normativa que incluye la imposición de un techo a lo que se puede comprar ha preocupado a médicos de la institución.
“La vida de un paciente, aunque sea un minuto más, no se puede tasar. Para una persona sería maravilloso recibir esa oportunidad”, consideró un oncólogo del Seguro Social, que pidió ocultar su identidad. El médico señaló que los pacientes que requieren de medicamentos NILO no llegan todos los días a la institución y tienden a ser casos muy ocasionales.
En su listado oficial, el ISSS tiene 608 medicamentos. Cuando estos no son capaces de hacer frente a la enfermedad de un paciente y existen fármacos alternativos en el mercado que podrían ser efectivos se contempla el uso de un NILO.
Al estudiar la condición de su enfermo y de las opciones de fármacos que existen, es el médico el que inicia el proceso para que el ISSS autorice la compra del nuevo medicamento.
“Los medicamentos NILO no están incluidos en el listado oficial y se usan en casos excepcionales, en los cuales no exista otra opción que le podamos ofrecer a una persona para su enfermedad”, dijo el infectólogo Iván Solano Leiva, quien debido a su especialidad ha tenido que recurrir a este tipo de tratamientos en diversas ocasiones.
Actualmente el ISSS tiene 181 NILO aprobados.
La necesidad e importancia de los NILO se observa en la tendencia al alza de solicitudes para su compra.
En datos obtenidos por medio de la Oficina de Información y Respuesta (OIR) del ISSS, se pudo constatar el aumento en las peticiones de medicamentos NILO desde el 2010. Durante ese año hubo 369 solicitudes de compra, de las que 318 fueron aprobadas y 51 no.
Para 2015, las solicitudes de tratamiento con medicamento NILO fueron 835, del total 704 fueron aceptadas.
Y, hasta junio de 2016, el ISSS ya había recibido 448 solicitudes.
El incremento en el gasto realizado para la compra de los NILO también ha sido significativo.
En 2010 fue de $1, 520, 981, que representó el 2.35% del presupuesto total de medicamentos para ese año del ISSS.
En 2015 el gasto en NILO fue de $5, 638, 315; el 7.99% del presupuesto de medicamentos. Solo hasta junio de 2016 el gasto era ya de $4,373,404.
Ante la divulgación de la nueva normativa, la secretaria del Sindicato de Médicos Trabajadores del ISSS (Simetrisss), Claudia Olano, consideró lamentable la situación, ya que podría influir en el acceso que los pacientes tienen a los medicamentos NILO.
“Es la alternativa única para que esta persona pueda seguir viviendo, es el colmo que le violemos el Derecho a la Vida y a la Salud a nuestros pacientes cuando han cotizado toda su vida para un momento que nadie espera que llegue (...) ¿Qué pasa si se pasa del techo, no se le va a comprar y va a fallecer?”, cuestionó Olano.
Las razones del ISSS
Para Solano Leiva, la normativa podría violentar el Derecho a la Salud de los derechohabientes del Seguro Social.
Pero la jefa de la sección Regulación Técnica en Salud, quien solicitó no publicar su nombre, rechazó la postura de los médicos. Su sección fue la encargada de elaborar la actualización de la norma.
El Diario de Hoy tuvo acceso al documento Manual de Normas y Procedimientos Farmacoterapia, que tiene como fecha de actualización octubre de 2011 y contiene la evaluación de solicitudes de medicamentos NILO. Dentro de la descripción del proceso no se menciona un techo o monto máximo autorizado.
De acuerdo con la funcionaria, la última normativa fue realizada en 2009 y debía ser actualizada.
La representante del ISSS insistió que el listado oficial de medicamentos cubre el 95% de las necesidades de los pacientes y que sería solo un 5% que no responde a los tratamientos con los que cuentan.
También aseveró en varias ocasiones que el techo no se traslada al tratamiento que ya se brinda en el ISSS.
“Lo que pretendemos es regular nuestro proceso, en ningún momento violar el derecho a la salud”, dijo.
Añadió que la nueva normativa se basa en cinco aspectos de evaluación de tecnología sanitaria: eficacia, efectividad, seguridad del paciente, costo-beneficio e impacto financiero.
La representante del ISSS aseguró que antes del 2009 no había un tope a los medicamentos que se podían comprar porque simplemente no se aprobaban. Señaló el incremento de solicitudes y autorizaciones que ha habido desde entonces.
“De seguir así esto puede ser perjudicial para las finanzas y que no le cubra a todos los derechohabientes, tenemos que verificar que alcance para todos porque el presupuesto es limitado”, manifestó, dejando entrever que entre los razonamientos para establecer el tope era hacer frente al riesgo de que se desequilibre el financiamiento del ISSS.
Pero al mismo tiempo demostró la importancia de los NILO para los pacientes, como los que padecían graves enfermedades reumatológicas y no podían trabajar porque no recibían medicamento NILO. “Esas personas en edad productiva que con esos medicamentos biológicos se incorporan a la vida laboral”.
Olano expresó que, mientras se pone un techo a la compra de los medicamentos NILO, el ISSS estaría realizando “gastos innecesarios” en la compra de servicios privados, como en el caso de oftalmología, y de laboratorio, en lugar de proveerlo.
“Ahí es donde hay que recortar los gastos, no en el Derecho a la Salud, en el derecho que le compremos los medicamentos a los pacientes”, dijo Olano.
Pero la representante del ISSS expuso que en todos los países establecen un tope para los servicios.
“Depende de los años de vida ganados por los medicamentos. La OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que un medicamento tiene costo beneficio siempre y cuando no supere tres veces el PIB de un país”.
El Producto Interno Bruto (PIB) per capita vigente de El Salvador es de aproximadamente $7, 500. La funcionaria señaló que el techo de los $25,000 es alto en comparación a otros países.
“Pero ¿qué culpa tiene el paciente de los altos precios de los medicamentos? Son los pacientes los que van a pagar las consecuencias”, sostuvo Solano Leiva.
A la funcionaria le llamó la atención las críticas de los médicos; y sostuvo que con la nueva norma no solo se busca garantizar que el medicamento sea realmente el adecuado pero también que haya transparencia y ética de parte de quienes los prescriben.
La trabajadora del ISSS mencionó el caso de la paciente Marta Alicia Funes Hartmann, quien interpuso una demanda de amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) después de que el Seguro no le comprara el medicamento Trastuzumab emtansine, que necesitaba para su tratamiento del cáncer.
“Ellos (médicos) están generando falsas expectativas. El médico le dijo que el medicamento la iba a curar, eso no es cierto, no forma parte del portafolio, no es para curarla”, dijo. En la nueva normativa se contempla que los pacientes firmen un consentimiento informado y que el médico le explique sobre el proceso para recibir el medicamento.
Los pacientes más complejos
A partir de 2010, la especialidad de Oncología Clínica ha sido la que más ha tenido que recurrir al uso de medicamentos NILO para el tratamiento de sus pacientes.
En primer lugar se encuentra el medicamento Bevacizumab, un anticuerpo monoclonal que se administra con quimioterapia. En el ISSS se usa para el tratamiento de pacientes con cáncer de colón, cáncer de ovario, de pulmón y de riñones. El costo del tratamiento para un paciente ronda los $33, 000 a $36, 000.
“Es muy caro, pero es muy bueno”, reconoció la representante del ISSS.
En 2015 se adquirieron 2, 550 dosis del fármaco, en lo que va del año el consumo ha sido de 518.
Solano Leiva dijo que en el caso de Infectología, han solicitado medicamentos NILO para pacientes con infección por VIH, Hepatitis C, infecciones nosocomiales por bacterias multiresistentes e infecciones por hongos que son invasivas. “Muchos de estos tratamientos son muy caros, completamente de acuerdo, pero van a curar a esa persona, le van a evitar un cáncer de hígado o una cirrosis hepática, porque si no el hígado se va a dañar, y tiene que estar yendo al hospital para recibir tratamiento permanente, eso también implica un costo”.
La representante del ISSS afirmó que en los casos que el medicamento supere el techo buscarán negociar el precio con las farmacéuticas y que los pacientes puedan tener acceso. Señaló que, a diferencia de otros países, los costos para El Salvador son más elevados. “Lo que buscamos es que nos alcance la cobija para todos, los 1.7 millones de derechohabientes”, dijo.
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