Decenas de turistas se reunieron ayer para observar un juego de pelota muy singular, en el que los perdedores podían pagar la derrota incluso con su propia vida, mientras que los ganadores eran considerados como unos héroes.
El juego de pelota Maya, fue un ritual que se extendió en toda Mesoamérica hace más de tres mil años. En el se rendía tributo a los dioses de los pueblos precolombinos.
El juego consistía en mantener la pelota en el aire, ya que si llegaba a caer al suelo era una mala señal, ya que esta era considerada como un símbolo que representaba al sol.
Los aros de piedra, son una adición tardía al juego. Esta modalidad cambió el juego por completo, ya que se podía conseguir una victoria inmediata metiendo la pelota en el aro, o se podían conseguir puntos simplemente si la bola tocaba el aro. El juego de la pelota Maya se realizó en el centro turístico Atecozol donde hay un campo de juego adecuado para este deporte.