Una alternativa a la crisis alimentaria y especialmente la escasez y altos costos de las harinas utilizadas para nuestra alimentación, es la utilización de la harina del fruto del árbol de pan, o la del ojushte.
Los primeros son ricos en féculas (tejido nutritivo de reserva.); se consume después de ser tostado, guisado, frito, en conserva o en forma fresca. Los frutos se consideran alimento energético. Contienen entre un 20 y 37% de carbohidrato. Además son ricos en calcio, hierro, fósforo, niacina, vitamina C y B 1.
El palo de pan y el ojushte se desarrollan de forma óptima en El Salvador, convirtiéndose en gigantes de nuestra flora por su tamaño, exuberante y atractivo follaje. Sobresalen en su entorno, cumpliendo al máximo sus funciones fundamentales de brindarnos oxigeno, permitir la infiltración del agua al subsuelo, evitar la erosión, romper las termales evitando la resequedad de la superficie del suelo y especialmente por ser perennifolios.
Además de estas bondades, representan una opción alimenticia en países pobres, si los cambios climáticos se aceleran e intensifican, ya que estos provocarán inundaciones, temporales y drásticas sequías.
Esto podría generar una reducción en las cosechas de maíz y trigo, ya que no se cuenta con tecnologías apropiadas al alcance de todos los agricultores.
Las semillas del palo de pan y del ojushte fácilmente se pueden convertir en harinas con un contenido nutricional excelente.
Los árboles no son vulnerables a la sequía ni a las inundaciones, pues sus raíces crecen mas de 15 metros. Cada ejemplar produce una gran cantidad de semillas que son usadas como alimento en diferentes regiones del mundo.
En El Salvador, cuando las plagas de chapulines arrasaban los cultivares de cereales, el ojushte fue la alternativa alimenticia y en tiempos de la conquista en islas del Caribe, el palo de pan fue el bastión alimenticio de los esclavos.
Ambas especies son tropicales y su cultivo es una buena apuesta para inversionistas visionarios, especialmente por la mega tendencia de los alimentos naturales sugeridos por los mejores gastrónomos y su alto contenido de lisina, superior al trigo y el maíz.
Árbol de pan
El Árbol de Pan (Altocarpus altilis), es un árbol tropical con atractivo follaje, especialmente por la forma de las hojas que se asemejan a nuestras manos con los dedos extendidos.
Se desarrolla desde la costa hasta los 1500 msnm. Para fines de producción de fruto y semilla, se realizan cultivares a a 7 m x 7 m, o sea unos 150 árboles por manzana, generando una producción de 20 a 25 toneladas por manzana.
Estos cultivares se realizan desde tiempos de las conquistas en las islas de Gilbert, Carolina, Jamaica, Martinica y los Malayos.
En estos lugares se han especializado en prepararlo de diferentes formas para comerlo.
En muchas islas y en La India lo preparan para exportarlo a EE.UU. y Europa, especialmente promovido por su alto contenido nutricional y por ser poseedor de lisina y otros aminoácidos esenciales.
Algunos cocineros quitan el vástago y la base antes de cocinar y ponen mantequilla y azúcar en la cavidad, otros sirven la fruta cocida al horno con mantequilla, sal y pimienta.
Las frutas maduras se pueden partir en dos o cuartear y cocinar al vapor por 1 ó 2 horas y sazonar de manera semejante a otras frutas cocinadas al horno.
La fruta cocinada al vapor se rueda en harina y se fríe a veces en grasa profunda.
En Hawai, las frutas se cortan en cubitos, se hierven y se sirven con mantequilla y azúcar o sal y pimienta. Otra forma es combinarlo en la cocinada con tocino y leche de coco. En las Bahamas la sopa de fruta de palo de pan es hecha hirviendo en agua pedazos pequeños, hasta que el liquido comienza a espesar, después agregan cerdo cocinado en sal, cebolla tajada, pimienta blanca, un poco de jerez y se cocina hasta que esta listo para servir.
En Samoa se prepara con leche de coco, carne de cerdo, plátano y otros ingredientes los cuáles se fermentan en rocas calientes, para servirlos en festines de las comunidades.
La semilla de pan y su fruto son utilizados para aliviar la conjuntivitis, es antidiarreico, antiasmático, dolor de oído, tensión arterial, hongos bucales.
El árbol de pan, además de darnos alimento, nos brinda un árbol paisajístico, perennifolio apropiado para proteger mantos de agua y evitar la erosión, además genera microclimas agradables y saludables.
Ojushte
El ojushte es uno de los árboles nativos más promisorios, desde el punto de vista ecológico.
Cada árbol brinda cerca de 150 libras de semilla por cosecha y en una manzana de terreno se pueden sembrar 150 ejemplares, con distancias similares al árbol de pan.
El ojushte es promisorio además, para proteger cuencas de ríos y mantos acuíferos, para establecer cortinas rompevientos y como atractivo en proyectos agroturísticos.
Ofrece muchas bondades en la dieta alimenticia de las personas, ya que posee más vitaminas y proteínas que el maíz, trigo o soya.
El fruto es rico en hierro, folato, vitamina B, potasio, calcio, ácido fólico, fibra y grasas Debe ser secado durante al menos 15 días, de preferencia bajo sombra.
Puede ser preparado en más de cien recetas, entre ellas bebidas, ensaladas, pan, sopas, tortillas y salsas.
Los árboles generalmente dan fruto dos veces por año.