Nuestro voto vale mucho

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11 September 2013

¿Qué sistema queremos para El Salvador? ¿Qué tipo de país deseamos dejarle a las futuras generaciones?

Existen diferentes opciones para estas elecciones, un sinnúmero ofertas. Muchas son promesas que no mencionan cómo se cumplirán. Se trata de conseguir el voto de los ciudadanos, pero casi nunca o en raras ocasiones la gente analiza la viabilidad o posibilidad real de cómo cumplir dichas propuestas.

Las promesas requieren recursos del Estado, sin embargo el Estado no produce, sólo colecta o recoge los recursos de los que los producen para invertirlos, redistribuirlos, gastarlos, inclusive mal utilizarlos o abusar del poder que les damos a los funcionarios por quienes votamos. Si estamos cansados de la corrupción; de que nuestros impuestos, que nos han costado mucho trabajo y que les entregamos al gobierno, no se utilicen correctamente en tantas necesidades urgentes como son medicinas, mejores servicios de salud, educación, escuelas, seguridad, etc. Si nos choca ver a muchos hermanos que no logran salir de la pobreza extrema, mientras que funcionarios se gastan fondos del Estado (nuestros, no de ellos) en lujosos viajes, carros, joyas, cuentas en el exterior…, cuando salen del poder con mansiones con spas, canchas de diferentes deportes, etc.... Es preciso que todos nos preocupemos por conocer mejor a los candidatos, analizar y estudiar bien sus propuestas para no ser víctimas de intereses mezquinos de poder, de llegar a servirse en vez de servir.

Se vuelve indispensable que el Estado salvadoreño defina el sistema y modelo económico y político que sea más eficiente. Por un lado surge la primera gran opción o análisis entre las ofertas electorales de ARENA, que propone un modelo de libertades y verdadera democracia, que aun con sus defectos conocidos ha comprobado ser el más exitoso en donde se ha implementado, y por el otro, la del FMLN, que quiere copiar un sistema autoritario, dictatorial, violatorio de los derechos humanos y libertades que a pesar de contar con recursos estatales petroleros enormes tiene actualmente a su pueblo sumido en escasez, pobreza, confrontación social, delincuencia, inseguridad, falta de oportunidades y desesperanza.

Nuestro país ya se encuentra en una situación fiscalmente complicada, debido a un alto nivel de endeudamiento relativo a nuestro bajo crecimiento económico. Especialmente grave son los constantes intentos de este partido por tomarse las instituciones democráticas, que ya de por si padecen de una debilidad institucionalidad endémica.

Esto lo confirma la diputada venezolana María Corina Machado, quien denunció la represión, abusos, encarcelamientos políticos, tratos inhumanos y hasta la presencia de mafias en diversas expresiones y negocios ilícitos del gobierno de Venezuela, al que tanto admira y con quien tiene tanta cercanía el FMLN y su candidato. Además, Machado advierte que la ayuda venezolana a nuestro país tiene un precio caro: nuestra soberanía nacional, pues el objetivo no es ayudar sino someter a los pueblos a su dominio.

No hay que creer en cantos de sirena, pues las finanzas y matemáticas son ciencias exactas que demuestran y obligan a buscar la verdad y no creer en ofrecimientos vacíos. En el entendido que no hay almuerzo gratis, que todo esto requiere de mucho trabajo, disciplina, esfuerzo y sacrificio de todos los salvadoreños, debemos trabajar por generar las condiciones que despierten confianza, atraigan la inversión y así genere mejores oportunidades para los salvadoreños.

Nuestro voto puede hacer la diferencia entre seguir viendo que nuestro país se hunda sin esperanzas o rescatarlo para que todos vivamos en una nación más humana, libre, solidaria, segura y próspera.

*Columnista de El Diario de Hoy.