¡Abajo con la Selección!

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31 agosto 2013

Sin ser un aficionado del fútbol, sí veo algunos partidos de la Selección y como salvadoreño me emociona cuando escucho el estribillo ¡Arriba con la Selección!

Traición significa: Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener. Delito cometido que atenta contra la seguridad de la Patria y "alta traición" es una o más faltas cometidas contra la soberanía o "contra el honor", la seguridad y la independencia del Estado. Esto es lo que encontré en el diccionario de la RAE sobre "traición" y "alta traición". Y traidores, son las personas con nombre y apellido quienes las cometen, pero también quienes sabiéndolo o incluso intuyéndolo, no hicieron nada por investigarlo o frenarlo.

Pues, según me explicaba un amigo abogado, de "alta traición" también se les puede acusar y en caso de declarárseles culpables, condenar a quienes están involucrados por acción u omisión, directa o indirectamente en la venta de los partidos de la Selecta.

¿Y por qué de alta traición? Porque vendieron el buen nombre y el honor, las esperanzas, las aspiraciones y los sueños de los aficionados salvadoreños, que siguen en cada partido a la Selección. Los que incondicionalmente los acompañan, visten y se pintan de azul y blanco y sueñan con que su Selecta, gane, no pierda o por lo menos empate. Pero como El Salvador es un país y la Selecta la Selección Nacional, la traición es a todos los salvadoreños, sus instituciones y los tres Poderes.

Comentando con don Wenceslao Flores, que sabe mucho más de futbol que yo, quien dirige una escuela de fútbol y ha fundado muchas en El Salvador, me resumió lo que sucede con la siguiente explicación: "Para ser un buen deportista, primero hay que ser un buen atleta y para ser un buen atleta, primero ser una buena persona". Esto es lo que se les enseña a los alumnos de fútbol en las escuelas que él dirige, y parece que lo de "ser buena persona" es lo que les falta a quienes anti-deportivamente venden los resultados de un partido.

Pues ojalá que la Fiscalía siga tirando de la manta para encontrar quiénes son los vendedores por acción u omisión de los sueños de los aficionados y de casi lo único que durante los partidos une a los salvadoreños. Esperamos que el final de esta pesadilla no dependa de la cantidad y termine con que se trata de "faltas menores".

Y si la Fiscalía buscara y tirara de las madejas, como lo está haciendo en el fútbol, en otras organizaciones y municipalidades encontrarán, que en algunas también casi todo se arregla con la grasa verde.

Así las cosas y tristemente, en lugar de ¡Arriba con la Selección! nos toca asumir: ¡Abajo con la Selección!

*Ingeniero.

Columnista de El Diario de Hoy.

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