Víctor Batarsé: El compromiso con la familia es un compromiso con la sociedad

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A sus 84 años

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16 June 2016

A su 84 años, Víctor Batarse se ha consolidado como empresario en el rubro comercial en Oriente desde hace 66 años. Su mística de trabajo también la aplicó a su familia. Tanto así que educó a sus cinco hijos para servir a la sociedad a través de la filantropía.

Con su voz y cuerpo cansados por la edad, a la que jocosamente llama “juventud cumulada”, don Víctor, como es conocido, llega cada mañana a una de sus tres sucursales del almacén Batarse a verificar que todo esté bien en el negocio y seguir de cerca el trabajo de cuatro de sus cinco hijos. Además, para compartir con la mayoría de sus 160 empleados.

“El comercio siempre me gustó y enseñé a mis hijos a trabajar; por eso ahora cuatro de ellos laboran de lleno es áreas específicas, algunos en perfumería, telas, materiales de construcción y así continúan sirviendo a San Miguel. La última de mis hijas trabaja en proyectos altruistas junto a la mamá”, señaló el orgulloso padre.

Don Víctor asegura que, para lograr el éxito familiar y empresarial al mismo tiempo, es básico responsabilizarse y adquirir un compromiso con la sociedad, el cual incluye también trabajar tesoneramente para brindar mejores oportunidades a los que llegan tras la unión de dos personas en matrimonio. 

“Cuando supe que sería padre por primera vez, fue una sensación inexplicable, me sentí feliz, pero a la vez sabía que no era fácil y debía trabajar fuerte para recibir a ese nuevo integrante de la familia”, recordó Batarse.

Él asegura que la relación con sus hijos es positiva y constante, pues cada semana se dedican tiempo y se reúne con sus cinco hijos y sus ocho nietos para compartir. Tiene claro que se debe tener un balance entre la familia y la empresa, para mantener esa armonía que hasta hoy les ha llevado por un camino lleno de satisfacciones.

Don Víctor  cree que lo más importante que dio a sus hijos fue enseñarles a ser honestos en todo lo que hacen, responsables en sus obligaciones y a actuar con congruencia. Él les enseñó que, a la larga, las formas fáciles de salir adelante traen consecuencias negativas y destruye a las personas con egos enfermizos.

Don Víctor, de orígenes palestino y casado desde hace 65 años con doña Lilian de Batarse, lleva años sirviendo a la sociedad migueleña, apoyando esfuerzos como el del Club 20-30 y  la Cruz Roja, además del esfuerzo de las Damas Guadalupanas Plancartinas, desde donde se coordinan más de 24 proyectos en favor de los más desprotegidos de la sociedad migueleña, como el comedor para menesterosos, escuelas de computación, una clínica y otros.

Todos estos esfuerzos han sido reconocidos desde hace mucho tiempo por empresas, instituciones y demás personas particulares; de hecho la oficina y vivienda de don Víctor tiene un área específica, donde han colgado centenares de cuadros, trofeos, placas y demás recuerdos que hacen énfasis en la gran personalidad que embarga a este octogenario y ejemplar padre de familia migueleño de nacimiento muy reconocido en “La perla de oriente”.