Francisco Javier Calderón, señalado por las autoridades como un ranflero (cabecilla recluido) de la pandilla 18 Sureña que opera en Zacatecoluca, La Paz, fue ultimado dentro del penal de Cojutepeque, se presume, por otro ranflero de la misma pandilla que opera en Tacuba, Ahuachapán, según la Fiscalía.
El Ministerio Público sostiene que el móvil fue por pugna interna en la agrupación y que el muerto, quien había ingresado al penal en 2014 por homicidio agravado, estaba recluido en una zona aislada del recinto.
Premiliarmente, detalló, no se ha determinado la forma en que fue ultimado el pandillero, ya que presenta señales de asfixia, pero también se ha incautado un objeto cortapunzante.