Cultivos son afectados por crecida del río Goascorán

Vecinos de Barrancones y Candelaria de La Rompisión exigen apoyo del gobierno.

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Los terrenos anegados son unas 20 manzanas de cultivo de maíz y maicillo que difícilmente se recuperarán.

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07 June 2016

LA UNIÓN. Un promedio de 20 manzanas de cultivo de maíz y maicillo fueron anegadas por las aguas del río Goascorán, en las comunidades de Barrancones y Candelaria de la Rompisión, en cantón Piedras Blancas, de Pasaquina, luego que el afluente se desbordara a consecuencia de las lluvias que han azotado al país en los últimos días.

Los lugareños aseguran que el invierno ni siquiera ha iniciado de manera formal y ya se registran los primeros problemas en las siembras, situación que también experimentaron en 2015 y por la que según dijeron, siguen a la espera de la asistencia técnica ofrecida por las autoridades de gobierno.

Ismael Álvarez, habitante de Barrancones, confirmó que con las fuertes lluvias y crecidas del río, terrenos donde había maíz sembrado, se inundaron. “Están pequeñas las plantitas y las cubrió el río porque hubo crecida”, dijo.

Agregó que las plantaciones quedaron con lodo y que será difícil que se logre recuperar la cosecha.

En  Barrancones, los vecinos dicen que tenían un promedio de ocho años que el río no salía de su cauce en tramos en los que el fin de semana si sucedió.

 Sostienen que las crecientes salieron y afectaron  plantaciones de maíz que recién habían trabajado los agricultores del lugar.

Aducen esas inusuales corrientes a la obstrucción que se registra en la desembocadura del Goascorán y que impide que el recorrido del agua sea del todo normal e incluso  priva de la salida al mar a las embarcaciones de pesca artesanal, tal y como lo publicó El Diario de Hoy en su edición de ayer.

Ana Julia Álvarez, dirigente comunal de caserío Candelaria de la Rompisión, manifestó que  son pocas las áreas de cultivo de maíz y maicillo las afectadas con la crecida del río en su comunidad, pero que eso es porque e desbordamiento no fue grande y el invierno aún no está en pleno apogeo.

Agrega que la parte inundada no es la que habitualmente se anega, pues en la parte baja, cercana al puente, siempre se inundan los cultivos y los agricultores sufren las consecuencias.

“También los que hacen cosecha al otro lado del río siempre se inundan los terrenos y ahí la gente siembra maíz y maicillo, de seguir lloviendo y teniendo la crecida del río, serán muchos afectados”, dijo.

Los vecinos coinciden en que por más problemas que enfrentan a consecuencia de las inundaciones, la ayuda de autoridades de agricultura y ganadería no llega, pese a que las autoridades la ofrecen.

El año pasado, las autoridades tardaron varios meses para entregar los paquetes de víveres a las familias afectadas por el desbordamiento del río Goascorán. 

En Candelaria de La Rompisión les entregaron ayuda a todas las familias afectadas, pero en Barrancones, de 90 familias censadas para la ayuda, solo dieron a 20 personas, según los dirigentes.

Lamentaron eso porque les habían prometido ayuda para todos, pues habían dejado de salir a trabajar y pescar por las condiciones del clima durante el invierno.

Pedro Castro dirigente de la comunidad de Barrancones, dice que ambas comunidades son de alto riesgo en la temporada de invierno y que las autoridades deben estar pendiente no solo en monitorear por teléfono, sino llegar a inspeccionar y resolver los problemas que dejan las crecidas de los ríos.

 “Aquí cuesta que vengan la ayuda cuando la gente lo necesita, cuando hay inundaciones. Hoy tenemos ese problema del azolvamiento que seguimos esperando desde el año pasado y tampoco han logrado resolver, en invierno quedamos aislados por la crecida del río y abandonados por la falta de interés de las instituciones del gobierno”, dice en referencia al tapón de árboles y arena en la desembocadura del afluente.

Gustavo Cárcamo es un pescador y lamenta que las autoridades de las diferentes instituciones del Estado sean lentas en resolver los problemas que enfrentan cada año con la llegada del invierno.

 “Es la misma historia de todos los años, en el invierno con la crecida del río en Barrancones somos afectados porque no salimos a pescar y dejamos de trabajar, pero en la otra comunidad como Candelaria de La Rompisión se les inunda, y vienen semanas después solo a inspeccionar y no resuelven nuestros problemas”.

Sobre ese punto, la gobernadora Crisia Hernández, coordinadora departamental de la Comisión de Protección Civil, aseguró que la ayuda prometida se entregó, meses  después de lo prometido, pero se entregó.