Jorge Alberto Sánchez Abarca, de 21 años, se estrenó como padre esta semana pero la dicha le duró poco: un grupo de criminales lo asesinó junto a su hermano Francisco Daniel.
La cónyuge de Jorge dio a luz a dos niñas, pero una ellas murió por complicaciones de salud. La mujer recibió el alta médica pero su hija quedó ingresada en el hospital.
La mañana del viernes, Jorge y su hermano salieron del cantón La Fuente, en Tonacatepeque, hacia el nosocomio para visitar a la recién nacida.
A las 12:40 de la tarde, uno de los hermanos le llamó a su madre y le dijo que ya iban de regreso a casa, que habían abordado en el centro de San Salvador un microbús de la Ruta 140 que se dirigía hacia San Martín. Sin embargo, las horas pasaron pero los jóvenes no llegaron.
Ayer por la mañana, el padre de Jorge y Francisco agarró unas fotografías de sus hijos y partió hacia un puesto policial para denunciar la desaparición.
En el trayecto se encontró con un pariente, quien le contó que acababa de pasar en un bus por el kilómetro 12 y medio de la carretera Panamericana, en Ilopango, y vio que las autoridades procesaban una escena donde había dos hombres muertos.
El señor se dirigió al lugar y por las prendas de vestir y los nombres que les dieron las autoridades comprobó que las víctimas eran sus hijos.
“Solo queda un vacío, ya no los voy a ver, ya no los voy a sentir, solo el dolor me va a quedar”, dijo desconsolado el padre mientras se sostenía en el hombro de un pariente.
Víctima estaba de baja
Durante tres años, Jorge Alberto estuvo de alta en la Fuerza Armada; hasta hace seis meses prestó servicio en una Brigada Especial que patrullaba en Apopa.
Cuando se salió de las filas del Ejército empezó a trabajar con su hermano haciendo tareas agrícolas para sostener a la familia.
“Según dice el presidente (Salvador Sánchez Cerén) ya puso bastante autoridad por todo el territorio pero no se hace nada, hace falta más... A la gente inocente, que no debe nada, la van matando así nomás”, lamentó el señor.
El doliente relató que en alguna ocasión le preguntó a su hijo Francisco Daniel si había recibido amenazas o si tenía problemas con alguien pero él dijo que prefería no contarle nada.
Algunos allegados de los hermanos Sánchez sospechan que los mataron porque la unidad de transporte que abordaron entra a la colonia Nuevos Horizontes, de San Martín, un lugar donde delinque la pandilla 18, mientras que en el cantón donde residían las víctimas opera la mara salvatrucha. Los jóvenes fueron estrangulados y sus cuerpos hallados a las 5 de la mañana.