La poca efectividad del diálogo, la falta de rumbo estratégico y las múltiples caras que muestra el gobierno -una conciliadora y una que ataca constantemente a sus detractores- son algunas de las preocupaciones que expresaron los analistas políticos Óscar Godoy, Álvaro Artiga y Roberto Rubio, quienes participaron de la entrevista Frente a Frente.
A propósito de los dos años de gobierno, el director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), Roberto Rubio, criticó que "el Gobierno está dinamitando" los puentes de entendimiento y diálogo que él mismo construye y publicita.
Por ello, llama a analistas y ciudadanos a ver más allá de lo que dicen y prestarle atención a lo que hacen en el día a día. "Ese es el discurso real", agregó. Puso como ejemplo los recientes acercamientos a la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), los cuales aparentemente son un gesto positivo pero que se ven truncados por actitudes como las protestas y las actitudes de confrontación que el gobierno ha mostrado en torno a la discusión del salario mínimo.
Lamentó que este diálogo "va en la ruta de ser otro intento fallido" y llamó al Gobierno a ir más allá de los "discursos y los juegos de cámara" y mostrar consistencia entre lo dicho y lo hecho.
En el mismo sentido, el director de la maestría en ciencias sociales de la UCA, Álvaro Artiga, afirmó que en el marco de los dos años de gobierno, el discurso presidencial fue uno "para las cámaras, para el gran público y ahí los presidentes suelen decir cosas bonitas."
Sin embargo, Artiga lamentó que por prestarle demasiada atención al discurso presidencial, se pierde la oportunidad de que los ministros rindan cuentas de sus labores y que la oposición en el pleno tenga la oportunidad de aprobar o reprobar dichos informes, más allá de dar sus opiniones políticas.
A juicio del politólogo Óscar Godoy, los discursos son piezas de comunicación política con una carga grande de falacias y de ideología, y dados en clave electoral más que en una clave de estrategia política. "Busca presentar una realidad que cuando uno la constata es totalmente diferente", agregó.
Godoy considera que hay una línea difusa entre un Sánchez Cerén presidente y un dirigente de partido, pero en ninguno de los dos se ven grandes rasgos de liderazgo.
"El gran vacío que encontré en el discurso es que no aparecen las víctimas", afirmó Godoy, quien criticó las omisiones de la alocución presidencial, entre las cuales señaló la falta de resultados en seguridad, la falta de oportunidades y desarrollo, la insostenibilidad fiscal y la imposibilidad del gobierno de cumplir con compromisos financieros como el pago de las pensiones de los retirados de la Fuerza Armada.
También recalcó que el discurso fuera dirigido a la comunidad política, "pues el ciudadano común y corriente no se encuentra reflejado en ese discurso, además que no tiene tiempo para verlo, porque mientras el señor presidente habla, la gente está trabajando. La gente no encuentra una utilidad fáctica de estar pendiente del discurso porque sabe que su realidad no se transforma por arte de magia, como a veces quieren hacer creer los contadores de cuentos".
Pese a los vacíos de la gestión Sánchez Cerén, los analistas tampoco vieron que la oposición esté jugando un buen papel. Consideraron que no hay articulación política y que no es necesariamente cierto que si un gobierno se debilita, la oposición se fortalece.
Álvaro Artiga consideró que el país tiene una cantidad considerable de problemas y parece que "nos estamos acercando al precipicio y no estamos haciendo nada sino que mas bien estamos presionando porque nos caigamos todos". Criticó que el Gobierno no ha tomado las decisiones duras por estar constantemente midiendo su costo político y aclaró que la forma de operar es ir anunciando poco a poco sus medidas "para que no se sienta que es mucho", como es el caso de los bonos y el endeudamiento que ha asumido.
En efecto, el Gobierno presionó varias semanas porque se aprobara una emisión de $152 millones en bonos para apoyar las labores de seguridad y cuando estos fueron aprobados, inició una nueva campaña por un nuevo endeudamiento, esta vez de $1,200 millones. El Gobierno incluso ha dicho que si no se aprueban estos fondos, sería necesario aprobar la reforma de pensiones.
Otra omisión grave del discurso, según Roberto Rubio, fue que "pasaron de puntillas sobre el tema de transparencia, donde hay un déficit injustificable".
Agregó que hay niveles inaceptables de corrupción en funcionarios y exfuncionarios y no se ven señales claras de voluntad para perseguir estos abusos.
"Mira lo que pasa en Guatemala, acaba de haber capturas de personas importantes y diputados por corrupción, y aquí pareciera que nadie cae, que todos son devotos de la Purísima, no pasa absolutamente nada", dijo Rubio, quien también expresó su confianza en que el Fiscal General hará un buen trabajo persiguiendo estos casos de mal uso de fondos públicos.