Los vicios del Fonat

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18 julio 2013

Desde que se implementó el Fonat, de la noche a la mañana en el país, no cabe duda que tomó por sorpresa a muchos salvadoreños, dado que no se sabía qué era, cómo funcionaba, bajo qué categoría el Estado la iba a cobrar, simplemente nos comunicaron, como muchos de los anuncios que ha hecho este gobierno, que a partir del mes de mayo, del año en curso, comenzaríamos a pagar una "contribución solidaria", para las víctimas de accidentes de tránsito.

Y según el reglamento de esta ley, los dueños de vehículos sedán debían cancelar $35, los pick-up $60, los que tienen microbús del transporte público $125, y para buses $150. Los propietarios de taxi pagaban $65, los de microbús particular $100, cabezal $65 y motocicletas $45.

Sin embargo el Estado se cuidó muy bien de no denominarlo impuesto, pero en realidad sí es una forma o especie de tributo. Dado el Código Tributario en el art 12, establece que hay tres tipos básicos de carga tributaria: Siendo los primeros "los impuestos", que por su naturaleza pueden ser directos como el caso de la Renta, que tienen la particularidad de gravar la obtención bienes y derechos. Y los indirectos como el caso del IVA, este impuesto grava la circulación de bienes y derechos.

La segunda categoría a que hace referencia este cuerpo de ley, son las "tasas", cuya obligación tiene como hecho generador la prestación efectiva o potencial de un servicio público. Quedando la tercera categoría de tributos "las contribuciones especiales". Son aquellos tributos cuyo hecho imponible es la realización de obras públicas o el establecimiento o ampliación de servicios públicos.

De modo que aunque el gobierno lo manejó como una "contribución solidaria", a todas luces es un impuesto. Aunque la idea del Fonat es muy buena, creo que no se siguió el procedimiento adecuado, para implementarlo y consecuentemente la forma de su cobro se vuelve inconstitucional.

De manera que viene también a violentar tratados internacionales como el CA-4, que garantiza el libre tránsito de comercio y personas. Que ha traído como consecuencia que las compañías de transporte de carga eleven sus costos, motivo por el cual los ha llevado a protestar y hacer paros parciales, lo cual supone una pérdida cuantiosa para el Estado en recaudación de impuestos aduanales. Pero el fin de estas protestas, es que el gobierno busque otras alternativas de cobro del Fonat, ya que la retención es injusta y desigual.

No quisiese que se vaya a mal interpretar este artículo, por lo que aclaré por qué es injusta y desigual, he insistiré nuevamente la idea del Fonat es muy buena, pero el diseño del mecanismo no fue el adecuado. Las víctimas de accidentes de tránsito deben y tienen que ser atendidas por humanidad de la mejor manera. Pero no a costillas de aquellos ciudadanos que en los últimos tres años han sido cargados de impuestos tras impuestos.

Comenzando por el impuesto de guerra que se paga por cada galón de combustible; impuesto a la primera matrícula por cada vehículo que se adquiere; aumento del impuesto de renta del 25% al 35%, que entró en vigor en el año 2012; el pago de las placas nuevas de vehículos, además de ello, cada ciudadano responsable paga un seguro automotor, que cubre daños a terceros en la acción civil y la acción penal, por si hay algún lesionado producto de un accidente de tránsito.

Todo esto lo debió prever el gobierno antes de obligar a los ciudadanos responsables a pagar el Fonat. Pero sí debe de obligar a los cafres del volante a comprar un seguro colectivo, que le haga frente a las víctimas de accidente de tránsito, para poder paliar la problemática de la irresponsabilidad al volante, no sólo del transporte colectivo, sino de aquellos malos ciudadanos que tienen para un par de cervezas, pero no para pagar un seguro automotor. Bien por la resolución que manda a no cobrar más el Fonat.

*Catedrático de la Universidad Francisco Gavidia. Colaborador de El Diario de Hoy. @JaimeRamirezO