Compromisos con el gobierno de Venezuela obligan al presidente Salvador Sánchez Cerén, a seguir con su “alineamiento” a los intereses y decisiones que toma el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y por eso es que ayer el mandatario salvadoreño anunció el rompimiento de relaciones con el nuevo gobierno provisional de Michel Temer, en Brasil, expresó la diputada Margarita Escobar, de ARENA.
“Quizás le han exigido por el dinero del Alba, le ha exigido Venezuela y Cuba que haga esto, y no me extrañaría que lo mismo veamos de los países alineados a Venezuela, han llevado una situación interna muy propia de Brasil a la afectación de El Salvador, con un país tan importante como es Brasil”, afirmó Escobar.
Incluso, la diputada arenera, quien también ha sido vicecanciller de la República, no duda de que las repercusiones que El Salvador tendrá a raíz de la decisión del gobierno del FMLN son serias, y que el país no debió proceder de esa forma, ya que independientemente de quien gobierne, El Salvador debe mantener relaciones de cooperación y comerciales con Brasil, entre otras.
“Ya existen lazos de cooperación que podrían estar en peligro por esta decisión totalmente política del gobierno del FMLN, por su alineamiento con el chavismo y el eje chavista con Suramérica”, reflexionó.
Contradice la justificación de Sánchez Cerén, de no reconocer al gobierno de Temer porque que la suspensión de Dilma Rousseff se debe a “manipulaciones políticas” y que es un “atentado a la democracia” de Brasil.
“Un atentado a la democracia es lo que vive Venezuela y cuando existen atentados a la democracia, lo que se aplica es la Carta Democrática Interamericana, no el rompimiento por parte de un país como El Salvador con Brasil o el desconocimiento de un país como El Salvador con Brasil”, esgrimió Escobar.
Sin embargo, el diputado del FMLN, Manuel Flores, y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea, respaldó la decisión del gobierno.
Flores afirmó que lo ocurrido en Brasil es un “golpe de Estado” y que el gobierno salvadoreño ha hecho bien en desconocer al nuevo presidente Temer porque éste ha “roto las reglas del juego”.
Criticó que en Brasil se ha violado el orden constitucional y que muchos senadores brasileños que han juzgado a Rousseff de “corrupción”, también tienen cuentas pendientes con la justicia.