Nuevamente el Presidente Funes tuvo un exabrupto en su discurso durante la sesión solemne con motivo del cuarto año de su gestión. Claramente ofuscado dijo a los miembros de ARENA, "cállense la boca", lo cual realmente no nos sorprende, pero no está a la altura de un mandatario electo democráticamente.
La libertad de expresión es fundamental y esencia misma de la democracia. Si el comunicado del partido ARENA no le gusta al Presidente, tiene el derecho a expresarse sobre eso, pero no es correcto intentar callar a la oposición. Eso solo lo vemos en países con gobiernos autoritarios.
Funes se equivocó, es decir, en buen salvadoreño "pateó la que no era", porque en ARENA tenemos el carácter para decirle en su propia cara que ¡no nos vamos a quedar callados! Incluso las esperanzas de aquellos que votaron por él están por los suelos al ver tanto despilfarro y corrupción en su gobierno.
Mientras sigamos viendo tanto desorden en el sistema de salud, a enfermos siendo atendidos en el suelo y a los hospitales desabastecidos de medicamentos, no nos quedaremos callados. Si seguimos viendo escuelas en paro por falta de fondos estatales, ¡seguiremos criticando y no nos vamos a quedar callados!
En Costa Rica el vuelo privado en un avión propiedad de un personaje cuestionado casi le cuesta el mandato a la Presidenta de ese país. Mientras Funes siga viajando en aviones privados, de cuya procedencia nadie sabe y los compromisos adquiridos por él, ¡continuaremos señalándolo y no estaremos callados!
Mientras los pandilleros condenados sigan con privilegios, celulares, acceso a redes sociales y salgan libres por el día para dar entrevistas, seguiremos criticando. Mientras los pandilleros continúen asesinando, robando y extorsionando al amparo de una "tregua hipócrita", de la cual no sabemos que fue lo que el gobierno negoció para la misma, ¡no nos vamos a quedar callados!
Mientras Funes siga peleando con las gremiales del sector privado, ahuyentando la inversión y generando un clima de incertidumbre, lo seguiremos señalando. Si el puerto de Cutuco sigue abandonado y perdamos la oportunidad de desarrollar la zona oriental de nuestro país, ¡no nos vamos a quedar callados!
Mientras sigamos escuchando rumores de corrupción de funcionarios del gobierno de turno, privilegios y viajes para una tal Michy, seguiremos criticando. Si continúa la compra de voluntades en la Asamblea Legislativa para transferir más fondos a Casa Presidencial, ¡no nos vamos a quedar callados!
Mientras Funes siga desvirtuando la meritocracia y continúe con el nepotismo simbolizado por el hijo de Sánchez Cerén como gerente en Fonavipo y el mismo hermano de Funes como Director designado por el gobierno para el Banco Centroamericano de Integración Económica, ¡no nos vamos a quedar callados!
El próximo año habrá cambio de gobierno y Funes tendrá que dejar el poder, le guste o no le guste. Será un nuevo mandatario electo por voluntad popular, y cuando Norman Quijano tome posesión, Funes estará presente en esa ceremonia y no le quedará más que observar con detenimiento el traspaso de mando y "quedarse callado".