De un total de cuatro mil 458 investigaciones de homicidios con arma de fuego en el 2015, la Policía Científica de El Salvador sólo logró identificar los tipos de arma utilizados en 318 casos, mediante pruebas científicas.
Además resolvió mil 871 casos haciendo uso del sistema automatizado de identificación de huellas.
“Hemos logrado establecer vinculación de una misma arma de fuego hasta en 40 casos de homicidios ocurridos en diferentes municipios del país”, afirmó el jefe de Laboratorio Técnico y Científico de la Policía Nacional Civil (PNC) Douglas Zometa.
El esclarecimiento de los asesinatos cuando no hay testigos resulta ser todo un calvario para las autoridades, quienes tienen que utilizar sofisticados sistemas para dar con las armas utilizadas y los sospechosos.
Uno de esos recursos es el sistema balístico integrado conocido como IBIS con más de 57 mil registros de capturados por diferentes delitos. El equipo adquirido por la PNC en el 2007 tiene como fin detectar imágenes de casquillos y proyectiles para luego someterlos a comparación y de esa manera encontrar el arma que se utilizó en un asesinato.
“Las armas de fuego a la hora de accionar en los casquillos y proyectiles dejan impresas ciertas características que son bien particulares: la que impregna una aguja percutora, el eyector y el bloque de cierre, que estampan rastros al disparar que posteriormente se analizan y se cotejan (comparan) para establecer si un proyectil o un casquillo fue disparado con determinada arma”.
Después las autoridades se interesan en saber quien disparó el arma con el que se mató a una persona. Para ubicarla se apoyan del sistema automatizado de identificación de huellas (AFIS) con el que se consulta y se compara la impresión de huellas dactilares halladas en las armas o en cualquier otra superficie a la que tuvo acceso el sujeto antes, durante y después del hecho. Los rastros encontrados en la escena son sometidos a comparación en un banco de registros dactilares que la Policía ha obtenido con las detenciones de delincuentes (que son más de 600 mil).
De resultar positivo, la Policía tiene el nombre del homicida, su domicilio y antecedentes para dar con él, información que ofrece a la Fiscalía General para realizar las gestiones ante los tribunales para decretarle orden de captura. Este tipo de detección es válido para casos de homicidio, robo, hurto u otro ilícito.
Caso resuelto
Uno de los hechos resuelto con este sistema fue el asesinato de dos soldados que custodiaban la estación del Sitramss el 22 de junio de 2015.
Luego de cometer el hecho, los sujetos escaparon en un vehículo que cuadras después abandonaron.
Al hacerle la inspección se encontraron fragmentos de huellas dactilares que tras ser analizados, los técnicos determinaron que pertenecían a un pandillero de la 18, a quien la Fiscalía, le giró orden de detención judicial.
De acuerdo con las autoridades, en el 2015 se registraron más de 6 mil asesinatos en el país, casi el 80 por ciento fueron cometidos con arma de fuego.
El AFIS fue adquirido por la Policía en el 2009 y a la fecha se han analizado o se le han buscado respuesta a 11 mil 122 casos, pero solo en mil 871 se tuvo éxito o coincidieron con alguna de las huellas de sujetos fichados con anticipación, equivalente a un 17 por ciento. Con esa información el Laboratorio envió 3 mil 624 informes a los diferentes tribunales durante 2015, así como 916 de huellas que se recolectaron en la escena de los hechos. De igual manera con el AFIS se identificaron 251 personas asesinadas que por no portar documentos, se desconocía su identidad.
Como otra alternativa para la investigación, la Policía cuenta con un microscopio electrónico de barrido que tiene como fin detectar los residuos o partículas que dejan los disparos en una persona sospechosa (por su forma, tamaño y composición).
“Es un aporte muy valioso para establecer la vinculación de un sujeto con un homicidio a través del análisis por los residuos de disparos que dejan en sus manos, ropa y entre otros”, explicó Zometa.
Pero no todo es investigación de homicidios, también hay análisis de documentos que se realizan con un video espectral muy útil en documentos dudosos (DUI, licencias de conducir, pasaportes, sellos y firmas en documentos oficiales) para establecer si una firma pertenece a una persona en vías de investigación, también para establecer la autenticidad de los billetes u otros documentos.
Con este recurso se esclarecen hechos de tipo penal y civiles, como herencias.
Para las investigaciones narcóticas e identificación de todo tipo de droga, la Policía cuenta con sistemas automáticos. En 2015, se realizaron mil 178 análisis, sobre todo a marihuana y cocaína. Estos resultados son parte de los cargamentos de droga incautados en altamar.
El personal que trabaja en el Laboratorio Científico de la Policía ha sido especializado en diversas técnicas y mecanismos de investigación.
“Cada especialización dura de seis meses a un año, es impartida por expertos estadounidense, rusos, españoles y otros”, dijo el subcomisionado Zometa.
Para ser parte del laboratorio, los candidatos debe ser seleccionado de una amplia lista de aspirantes. Zometa dice “somos imparciales y en todo nuestro trabajo ponemos en práctica todos los valores de transparencia, ética, honestidad a efecto de que los resultados sean fiables y tengan garantía para que los juzgadores que administran justicia”.
La prueba técnica no solo sirve para acusar sino para defender, de ahí que es clave para una condena o para la absolución de un acusado.
Para ampliar los resultados de laboratorio, la PNC necesita un centro de genética forense para identificar a sujetos en hechos delictivos a través de la prueba de ADN.