El FMLN condena suspensión de Dilma Rousseff en Brasil

El partido de Gobierno consideró que la suspensión de Rousseff "es un golpe de estado parlamentario perpetrado contra la legítima presidenta de Brasil".

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12 May 2016

El partido oficialista salvadoreño, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), condenó hoy la suspensión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, después de que el Senado brasileño decidiera iniciar un juicio político su contra, con fines de destitución. 


El FMLN consideró que la suspensión de Rousseff "es un golpe de estado parlamentario perpetrado contra la legítima presidenta de Brasil" y expresó su "total respaldo y solidaridad a quien el pueblo brasileño eligió a través de 54 millones de votos". 


"El respaldo popular es hoy irrespetado y negado por los golpistas que, valiéndose de maniobras parlamentarias y de un sistema judicial cómplice, pretende pisotear la voluntad soberana del pueblo", señaló el partido oficialista a través de un comunicado. 


Asimismo, manifestó el "apoyo incondicional" al Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), a sus dirigentes y militancia, "en particular al compañero Luis Inacio Lula da Silva", expresidente brasileño. 


"Esta burda maniobra parlamentaria es parte de una estrategia de poderosos y antidemocráticos sectores de la derecha empresarial y terratenientes locales, en alianza con grandes corporaciones transnacionales, que jamás aceptaron haber sido desplazados del poder político y económico de aquella hermana nación", destacó. 


Además, el FMLN hizo un llamamiento a "los pueblos y gobiernos democráticos del mundo a rechazar esta maniobra, que hace retroceder al hermano y valiente pueblo de Brasil a los oscuros años en que los derechos humanos, sociales, económicos  y políticos de las y los brasileños, eran pisoteados con impunidad por las élites conservadoras y el gran capital". 


El Senado brasileño dio este jueves luz verde al juicio político contra Rousseff, que será suspendida de la Presidencia del país durante 180 días y sustituida de forma interina por el vicepresidente, Michel Temer, mientras la Cámara alta define si destituye a la mandataria.