Pandilleros condenados en EE. UU. por tres asesinatos esperan cadena perpetua

Fiscalía logró acusarlos con los relatos de otro marero salvadoreño, quien es informante del FBI

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Omar Castillo y José Alejandro López-Torres.

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10 May 2016

Un jurado condenó a seis pandilleros de la MS-13 por estar involucrados en tres asesinatos y un intento de homicidio en el norte de Virginia, Estados Unidos, informó el periódico The Washington Post.

Después de casi dos días de deliberaciones, los integrantes del jurado encontraron que Christian Lemus Cerna, Omar Castillo, José Alejandro López Torres, Alvin Gaytán Benítez, Manuel Paiz Guevara y otro miembro de la mara estuvieron implicados en el apuñalamiento y desmembramiento de dos hombres, la muerte a tiros de otro y un fallido plan para matar a otro miembro de la pandilla.

El veredicto es considerado una victoria para los fiscales, que inicialmente acusaron a 13 personas, todas ellas miembros de una pandilla conocida como el Park View Locos Salvatrucha, en virtud de una ley contra la mafia. 

Seis de los acusados se declararon culpables antes del juicio y testificaron en contra de los otros. Uno de los imputados está siendo juzgado por separado.

“La violencia extrema es el sello de la MS-13, y estos terribles crímenes representan exactamente lo que la banda significa”, declaró en un comunicado el fiscal federal Dana J. Boente del Distrito Este de Virginia.

La sentencia se emitirá durante el verano. Todos los acusados se enfrentan a cadena perpetua obligatoria.

FBI ha pagado $42 mil a inmigrante salvadoreño

Para acusar a los delincuentes, la Fiscalía se valió del testimonio de un inmigrante salvadoreño, (a) Junior, quien era cabecilla de la pandilla MS 13 Silva Locos Salvatrucha.

Según las autoridades de ese país, a finales de 2013, tras enterarse de que la pandilla mató a uno de sus mismos integrantes, Junior accedió a filtrar información sobre la agrupación delictiva.

El salvadoreño tiene más de una década de trabajar para el FBI y ha recibido $ 42,000 en los últimos años a cambio de colaborar con las autoridades a esclarecer los homicidios cometidos por su pandilla.

El Washington Post no ha revelado el nombre de Junior, a petición de los fiscales, porque podría estar en peligro.

Durante el juicio, los fiscales presentaron numerosas grabaciones de miembros de la pandilla que se atribuyen los homicidios. Según las transcripciones, los delincuentes le contaron a Junior los detalles de cómo fueron ultimadas y enterradas las víctimas en fosas clandestinas poco profundas.

Julia Martínez, fiscal auxiliar de EE. UU., dijo durante el juicio que Junior arriesgó su vida para ayudar a resolver los asesinatos.

“Junior es un héroe”, dijo Martínez al jurado.

Pero para los abogados defensores, el informante del FBI no es más que un oportunista que manipula tanto a la pandilla como a las autoridades. 

Además, señalaron que él ha trabajado con los fiscales porque se le han prometido beneficios económicos y migratorios. Según los abogados, Junior tiene antecedentes por robo y agresiones.

“Es un manipulador y mentiroso habitual. Él no es un héroe”, expresó Frank Salvato, el defensor de Christian Lemus Cerna.

Mataron a pandilleros y los enterraron en bosque

Uno de los casos por lo que se condenó los seis delincuentes se remonta a octubre de 2013, cuando los fiscales dijeron que varios de los acusados conspiraron para matar un miembro de la pandilla porque creían que estaba cooperando con la Policía.

Las autoridades los interceptaron en Woodbridge una noche cuando se dirigían a Gar-Field High School, donde el miembro que querían atacar, conocido solo como Peligroso, fue a sus clases nocturnas. Encontraron dos machetes y una escopeta de cañones en su automóvil.

Una semana más tarde, los miembros de la estructura también mataron a Nelson Omar Quintanilla Trujillo, sospechoso de alertar a la Policía de la trama del asesinato fallido, dijeron los fiscales. 

Después de llevar a Trujillo al Holmes Run Park en el condado de Fairfax, lo apuñalaron hasta la matarlo, luego lo desmembraron y lo enterraron en el bosque.

Varios meses después, fue apuñalado y decapitado Gerson Adoni Martínez Aguilar, un recluta de la MS-13, que fue acusado de robar el dinero de las pandillas y de tener relaciones sexuales con la novia de un miembro de la cárcel. Lo enterraron en el mismo parque.

El tercer asesinato tuvo lugar en junio de 2014, cuando Chávez y otros dos miembros de la banda dispararon y mataron a Julio Urrutia en Alejandría, confundiéndolo con un miembro de una banda rival, según los fiscales. 

La mara Salvatrucha ha operado en la región de Washington desde principios de 1990.

Se calcula que actualmente tiene entre 2,000 y 3,000 miembros en el área, según con expertos estadounidenses en pandillas.