El mismo Gobierno reconoció, en mayo de 2014, que regresar a un sistema de reparto implica la “expropiación” de las cuentas individuales de los trabajadores, una palabra que el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, niega en sus discursos cuando se refiere a la reforma de pensiones que impulsa en la Asamblea Legislativa.
Esta afirmación está contenida en un estudio denominado “Diagnóstico y Evaluación de escenarios”, que fue elaborado por el Banco Central de Reserva, el Ministerio de Hacienda y la Superintendencia del Sistema Financiero en mayo de 2014, y que el Gobierno no quiso presentar para conocimiento público en su momento.
No fue sino hasta que la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) lo solicitó por la vía de acceso a la información que el documento fue divulgado y se conoció su contenido.
La advertencia de una “expropiación” de los ahorros de los trabajadores está incluida dentro de otras desventajas que los técnicos que lo elaboraron previeron al considerar la reapertura de un sistema de reparto, que es en esencia, el objetivo de la reforma previsional que tienen en sus manos los diputados de la Asamblea.
“La reversión a un sistema basado en el reparto implica la expropiación por parte del Estado de las CIAP (Cuentas individuales de Ahorro para Pensiones) de los afiliados, lo que podría conducir a intensas y prolongadas discusiones legales...”, señala el documento.
Entre las desventajas también considera que un sistema de reparto, en el que hay beneficios definidos (monto de pensiones fijas) provocaría que los afiliados aporten lo menos posible al sistema y traten de maximizar los beneficios “perjudicando así la sostenibilidad financiera del sistema”, señalan las conclusiones del estudio.
Además asegura que “la débil institucionalidad pública pone en riesgo la adecuada y eficiente administración de los recursos”, que recuerda la mala administración de las cotizaciones que llegaban al Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP).
El documento señala, incluso, que “dado que el Estado recibiría los ingresos por cotizaciones, se corre el riesgo de que tales recursos sean utilizados para otros fines que son ajenos al sistema previsional”.
En las “ventajas” de implementar un sistema de reparto, el estudio reconoce que “se anularía la deuda previsional explícita del Estado obtenida a través del FOP (Fideicomiso de Obligaciones Previsionales) un punto que el Comité de Trabajadores en Defensa de los Fondos de Pensiones (Comtradefop), señaló antes: “lo que quieren es borrar la deuda que ya tienen con los trabajadores”, asegura. Con esto, bajan la deuda del país del 60 al 45% del PIB.
Lorenzana dice que se quieren asegurar los flujos de dinero de hoy
El secretario técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, reconoció ayer que la reforma de pensiones pretende asegurar los flujos de dinero para hoy, pese a que el estudio hecho por el BCR, SSF y Hacienda señala que reabrir el sistema de reparto creará un déficit más adelante.
“Lo que está demostrado, y está demostrado técnicamente incluso por el BID, es que los flujos financieros del Estado mejorarían en los próximos años. Hablando de déficit”, dijo cuando se le preguntó su opinión sobre las conclusiones de este estudio. “Pero eso no es lo más importante”, agregó. “Lo más importante es que se tenga la capacidad de pagar las pensiones”, dijo.
El estudio de escenarios que hizo el mismo Gobierno señala que “de no modificar los requisitos (años de jubilación y cotización) y forma de cálculo de los beneficios actualmente vigentes, esta medida constituiría únicamente un alivio temporal para las finanzas del Estado”, según reza el documento que el Gobierno ocultó desde 2014.
“Inclusive, en el largo plazo se estaría incrementando significativamente el déficit previsional, ya que se aumentarían considerablemente los beneficios de la población obligada al Sistema de Ahorro para Pensiones respecto a la situación actual”, dice el documento, que señala, incluso, que esta medida perjudicaría el clima de inversión por la reversión del sistema privado (AFP).