No votar la ley de asocios es un acto irracional

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13 mayo 2013

Si la oferta del FOMILENIO II y del Asocio para el Crecimiento (ambos proyectos financiados por Estados Unidos), fueran para el gobierno de un país con altos niveles de desempleo, bajas tasas de crecimiento y una reducida calidad de vida para la mayoría de sus habitantes, ¿qué presidente o qué partido político podría oponerse?

Agreguemos que ese país, nuestro querido El Salvador, adicionalmente mantiene altos déficit fiscales, un endeudamiento externo público elevado, despilfarro y excesivos gastos públicos, niveles de educación y salud muy por debajo de los promedios mundiales y con altos índices de violencia y pobreza. Entonces obstaculizar estos proyectos es sin duda un acto irracional.

Con la no aprobación de la Ley del Asocio Público-Privados nuestro país pone en riesgo el desembolso del Fomilenio II y el programa de Asocio para el Crecimiento, por ahora, las únicas vías reales de las que disponemos para poder financiar verdaderos proyectos de inversión que generen un impacto nacional positivo.

Es lamentable la posición adoptada por el FMLN de no votar por la Ley de Asocio Público-Privados con el argumento de que abre portillos a la privatización de la salud, agua, seguridad pública y educación.

Que el FMLN y particularmente su candidato a la Presidencia de la República y actual vicepresidente, Salvador Sánchez Cerén, vengan a hablar de privatización es verdaderamente ridículo. Siempre que no tienen un discurso inteligente y cuando se les agotan los argumentos salen nuevamente con el fantasma de la privatización.

Es preocupante que desconfían hasta del Presidente de la República que es de su mismo partido. Quien ha expresado públicamente que el proyecto no tiene ningún factor de privatización.

Coincido plenamente con la Embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, que la propuesta de Ley de Asocio Público- Privados que presentó a la Asamblea Legislativa el Presidente Funes no tiene el objetivo de privatizar los servicios públicos.

"La Ley de Asocio Público-Privados no es una ley de privatización. Creemos que será de gran apoyo al FOMILENIO II, precisamente porque hace el desarrollo económico sostenible, que es lo que un FOMILENIO y el Asocio para el Crecimiento buscan hacer", dijo la diplomática.

Lo que El Salvador requiere para poder superar la crisis agravada en este último quinquenio, es precisamente motivar y generar la mayor inversión posible, y para lograrlo se necesita de la creación de reglas absolutamente claras, que garanticen la transparencia y permitan auditorías completas, que terminen con la corrupción.

Los asocios público-privados, lo que harán es precisamente establecer esas reglas claras que permiten que el gobierno haga alianzas con empresas privadas para desarrollar proyectos de infraestructura que el Estado por sí solo no puede financiar, y que además son capaces de generar miles de empleos y hacer crecer sustancialmente la economía nacional.

No cabe duda que para alcanzar un desarrollo económico sostenible en El Salvador, es necesario que la empresa privada trabaje junto al gobierno, sin que esto signifique privatizar. El Estado por sí solo, sin la inversión privada, ya demostró que no podrá salir adelante.

Es encomiable entonces el reconocimiento que el gobierno hace de su fracaso y de admitir la necesidad de cambiar el rumbo, creando una nueva alternativa que brinde esperanza para alcanzar el bienestar de nuestra gente y especialmente de los más pobres.

Si alcanzamos altos niveles de inversión, lograremos la generación de empleos, la creación de mejores salarios para nuestros hermanos, se crearán las condiciones para una mejor calidad de vida y se entrará en una verdadera lucha contra la pobreza.

Tenerle miedo a la inversión privada en un país postrado y en el que las políticas públicas del gobierno han generado 640 mil nuevos pobres, insisto, es sin duda un acto irracional.

*Diputado, Presidente de la Comisión de Salud