Sin importar que en las encuestas de opinión el candidato oficial no logra mejorar su imagen, o progresa apenas levemente, lo cierto es que su estrategia de cara a las elecciones de 2014 muestra un intrépido giro en los últimos meses. Hay una distensión muy clara en la relación con el sector privado.
Aunque con "picos erráticos" entre los que sobresale su oposición al proyecto de ley de asocios público-privados, que por cierto intentó corregir en declaraciones posteriores, el exministro de Educación y actual vicepresidente de la República, mantiene un discurso conciliatorio con la principal gremial empresarial del país. El comunicado en ocasión del XIII ENADE publicado en los diferentes medios escritos es una prueba irrefutable de su intención por recomponer, por lo menos durante la campaña electoral, su vínculo con la Asociación Nacional de la Empresa Privada y sus 49 gremiales miembros.
En ese campo pagado, el candidato felicita a la ANEP, reconoce los importantes aportes de su propuesta, le garantiza seguridad jurídica, promete eliminar las barreras que impiden la inversión, ofrece erradicar la corrupción y continuar trabajando para que haya transparencia y eficiencia en el uso de los recursos públicos y garantiza la participación de la iniciativa privada en las estrategias de desarrollo. El aspirante también invita a la construcción de un gran entendimiento nacional en donde los empresarios sean actores fundamentales.
A ese acto, que puede calificarse de inédito por representar un cambio de discurso respecto de un sector contra el cual el candidato arremetió en ocasiones anteriores, deben agregarse otros que destacan en el marco de la campaña electoral. El vicepresidente acompañó las reformas a la Ley de Zonas Francas y trabajó en coordinación con el gremio que se beneficiará de la nueva regulación. También lideró las voces de los políticos que solicitaron al gobernante el veto sobre las reformas a la Ley de Acceso a la Información Pública, cuyo objetivo era anular las facultades principales del Instituto que tendrá a su cargo la aplicación de la ley.
Es muy probable que la reacción del candidato haya respondido a la presión de la sociedad civil. Debe recordarse que su partido respaldó las reformas y votó por ellas. Pero el hecho políticamente relevante es que se adelantó a sus competidores para exigir al presidente Funes que vetara esas modificaciones sin importarle que su partido apoyó originalmente la iniciativa. Existan o no diferencias al interior del FMLN en relación a la idoneidad del candidato que eligieron, lo cierto es que con estas acciones, el vicepresidente disipa cualquier duda, por lo menos en la opinión pública, que pueda existir en relación a su liderazgo.
Un pilar adicional en la campaña del candidato de izquierda y que constituye también un interesante aspecto a evaluar, es la presentación pública de los integrantes del "Consejo Consultivo Ciudadano del Diálogo País". Liderado por el exsubsecretario de Transparencia, en el consejo encontramos figuras como el rector de la Universidad Nacional, la jefa del Departamento de Economía de la UCA, el presidente de los transportistas de carga y el de la asociación de ingenieros y arquitectos, así como el exsecretario general del FMLN y reconocido abogado, Fabio Castillo, entre otros.
Por otra parte, en contra de sus aspiraciones para llegar a la Presidencia de la República, el candidato debe explicar los datos y apreciaciones que cita en su libro "El país que quiero". En esa publicación, que está generando ansiedades entre los empresarios, el autor se refiere a la necesidad de revisar la dolarización, las privatizaciones y las concesiones otorgadas, así como transformar el sistema de pensiones en uno público, universal y solidario. Todos son aspectos estratégicos que impactan la seguridad jurídica, la certidumbre y la confianza que exigen los hombres de negocios. El candidato también debe aclarar el origen del financiamiento de su campaña. Mientras no lo haga, se continuará pensando, correcta o erróneamente, que el dinero está fluyendo desde la empresa Alba Petróleos.
En una contienda tan cerrada como la que se avecina, las estrategias serán fundamentales. Los cambios de actitud y de discurso, las acciones políticas que demuestren el liderazgo de los candidatos, la presencia pública de sus equipos técnicos, el cumplimiento de la normativa electoral y la transparencia del financiamiento de sus campañas, son aspectos que seguramente los electores indecisos evaluarán con rigurosidad. La "cereza del pastel" es que todas esas tácticas se vacíen en compromisos escritos de los candidatos ante testigos de la sociedad civil como una mínima garantía que sus acciones no responderán exclusivamente a un interés inmediato de ganar la presidencia. De esta manera se les podrá demandar el incumplimiento de sus promesas.
En principio hay novedades en el Frente ¿Y en el frente de los otros candidatos?
*Columnista de El Diario de Hoy.