Cuatro años después

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24 mayo 2013

Aocho días del último discurso de aniversario de la administración Funes, dos de cada tres salvadoreños quieren un cambio de rumbo en el país. Se desvaneció la ilusión que despertó "el cambio" y sentimos los salvadoreños —así lo dicen las encuestas— que el país está peor de lo que estaba hace cuatro años. Decenas de miles de personas buscan oportunidades de trabajo, pues al enfrentarse con los empresarios, que son los que generan empleo, no se propicia el clima adecuado para la creación de oportunidades; la gente resiente el aumento en el costo de la vida, la inseguridad, la falta de medicinas en los hospitales.

La mayor eficiencia en el actual gobierno: la estrategia de comunicación de Casa Presidencial, diseñada por un asesor sudamericano. Basada en la confrontación verbal del presidente con "los poderes fácticos", el país no construye este tipo de política sólo buenos números para el inquilino de Capres. A una persona del entorno de la Casona, con la que tenemos cercanía, le dije en privado un par de veces que el pleito continuo podía darles rédito coyuntural en los números del presidente pero que era un error polarizar tanto al país. Como en el caso de un padre a un hijo, le manifesté, se espera magnanimidad del principal.

Estamos ya en campaña electoral y los tiempos políticos de "el cambio", llegan a su fin. Ojalá amarremos Fomilenio II, pues es el único proyecto de desarrollo de país, así planteado y estructurado, que tenemos. Además de continuar siendo socios estratégicos de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. Para aquellos que han venido propugnando que "su modelo" es Venezuela, será interesante ver que nos ofrecen en esta campaña política que inicia, ahora que presenciamos la gradual desintegración del chavismo. O si lo prefieren, de la tal "revolución bolivariana", delirante proyecto político financiado por petrodólares que ahora están pagando los venezolanos.

Creo que la administración Funes no tiró suficientes puentes con sectores democráticos con los que pudo haber construido a partir de las diferencias con su partido FMLN en la relación con el chavismo. En su lugar buscó "gobernabilidad" con base en el clientelismo político y se fueron los aliados de Capres y el FMLN en contra de ARENA. En la elección de marzo del año pasado el partido tricolor volvió a ser la primera fuerza política del país, cometiendo el error de llevar candidatos de quienes se sabía tenían lealtades diferentes de ARENA. El lanzamiento del expresidente Tony Saca como candidato para 2014 ha hecho una carrera de tres para el próximo año.

El próximo sábado será el último discurso de aniversario de Mauricio Funes. De ahí en adelante entraremos más de lleno a la campaña política. En mi personal experiencia de haber trabajado con presidentes —me consta, esto es algo en lo que piensan los presidentes—, ojalá el actual inquilino de Capres se concentre en lo que intentará sea su legado histórico, esto es, hacer un balance de caja para sacar prioridades, como podría ser obtener Fomilenio II, licitar el Puerto de La Unión, iniciar la remodelación del aeropuerto, sanear un tanto las finanzas públicas. Será, en todo caso, su última gran oportunidad de poner chip positivo a un rumbo de país que los salvadoreños queremos revertir. Ojalá sea así.

*Director Editorial

de El Diario de Hoy.