Uno de los enfrentamientos más intensos y prolongados que se hayan registrado entre policías y pandilleros dejó ayer a seis mareros y dos agentes muertos, mientras que otros tres policías resultaron heridos.
Este choque armado que se prolongó de forma esporádica por más de una hora se produjo en el caserío La Rinconada, cantón Michapita, en Santa Cruz Michapa, Cuscatlán.
Los policías que murieron son el investigador José Luis Joaquín Letona y el agente Francisco Salvador Martínez Guinea, quien estaba destacado en el puesto de Suchitoto, Cuscatlán.
Los tres agentes lesionados fueron evacuados hacia el hospital del Seguro Social, en San Salvador, donde según las autoridades policiales, se encuentran en situación estable.
Hasta anoche, las autoridades fiscales y policiales no habían identificado a los supuestos pandilleros muertos.
Fuentes policiales explicaron que eran cuatro hombres y dos mujeres.
Al menos tres armas de fuego, un fusil, una escopeta y una pistola, fueron decomisadas y que se supone tenían los presuntos pandilleros que murieron en el enfrentamiento, según la Policía.
Fuentes policiales aseguraron que un equipo de investigadores y agentes realizaban la localización de casas de pandilleros que son investigados por delitos graves como homicidios y extorsiones.
Añadieron que eran acompañados por un pandillero que serviría de testigo criteriado (delincuente que colabora con la justicia a cambio de beneficios penales) y éste les andaba mostrando las viviendas. Al llegar a una casa donde se encontraban unos 10 mareros armados, el grupo de policías fue atacado a balazos y los agentes respondieron al ataque.
Las mismas fuentes confirmaron que el pandillero que serviría de testigo murió en el refuego.
El director de la Policía Howard Cotto, quien llegó al sitio del enfrentamiento, explicó que los investigadores y los agentes hacían trabajo de campo para poder esclarecer algunos delitos que los mareros han cometido en el sector.
“Visitaron una cantidad considerable de viviendas en la zona y al momento en que se aproximaron a una vivienda, presumimos que en su interior había una reunión de miembros de éstas estructuras criminales”, dijo Cotto.
Agregó que en el momento en el que los policías ingresaron al patio de la casa, fue entonces que “cuando nuestro equipo iba aproximadándose por donde está la pila, próxima a la puerta de la vivienda, cuando desde una esquina uno de los sujetos abrió fuego y en ese instante murió uno de nuestros elementos (policía)”.
Cotto relató que el resto de policías se comenzó a replegar para tomar posiciones y repeler el ataque que se tornó bastante intenso de disparos, lo que causó la alarma de los residentes de la zona.
En el refuego murió otro agente y resultaron tres policías lesionados.
Cotto aseguró que el intercambio de disparos se extendió porque uno de los pandilleros muertos se había refugiado en una habitación cercana a la casa y desde ahí le disparaba a los policías que habían llegado de refuerzo.
“La situación se tornó un poco difícil porque en un cuarto anexo a la vivienda del ataque, un sujeto con un arma larga se atrincheró y producto de eso es que se escuchaban los disparos de arma de fuego, tuvimos que intervenir con nuestras unidades policiales y este sujeto es uno de los fallecidos también”, dijo Cotto.
Fuentes de la Policía aseguraron que el fusil que tenía el pandillero que se había refugiado en el cuarto le habría sido despojado al primer agente asesinado en el ataque de los mareros.
Sin embargo, Cotto no confirmó esa versión de que el delincuente les disparaba con el fusil del agente asesinado a los policías y soldados.
El jefe de la Policía aseguró que hubo otras personas que estaban en la casa y sobrevivieron al enfrentamiento, aunque no quiso revelar si éstas eran pandilleros o residentes de la vivienda.
Tampoco confirmó si esas personas iban a quedar detenidas y si los pandilleros se habían tomado la vivienda a la fuerza.
Unidades especializadas de la Policía como el Grupo de Reacción Policial (GRP), Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), agentes de los puestos policiales cercanos y decenas de soldados participaron del operativo de búsqueda de otros pandilleros que se supone escaparon luego del ataque.
“Últimamente éstos (tiroteos) se han visto incrementados, muchos integrantes de estos grupos criminales han fallecido, producto de una acción operativa fuerte de la Policía en zonas sobretodo rurales”, dijo Cotto.
En otro hecho, un pandillero murió anoche en otro tiroteo con policías en el reparto San José, en Soyapango, informaron fuentes policiales. Las autoridades no revelaron su identidad.