El Ministerio de Economía (MINEC) anunció para mayo otro experimento para focalizar el subsidio al gas, con el cual se gasta como nunca, incluso cuando los precios internacionales rompieron récord en el 2008.
Desde el 2011 el MINEC viene aplicando varios cambios fallidos, esta política es ya un verdadero entuerto. Primero se comprometieron con el BID a subsidiar sólo hogares que consumen hasta 99 kWh, dejando fuera los más pobres que no tienen energía eléctrica. Luego aumentaron el límite a 200 kWh y suprimieron la condición de comprar gas para dar subsidio. Y terminaron regalando pisto, US$9.10 todos los meses, sin efecto redistributivo a favor de los pobres.
Este reparto de pisto da serios problemas al Presupuesto General de la Nación. Este supuesto "subsidio al gas" no se completa con ahorros del presupuesto, como se hacía antes. Hoy el Ejecutivo pretende que la Asamblea Legislativa nos endeude más para seguir repartiendo pisto sin ton ni son.
Para este año el MINEC ofrece focalizar y condicionar el subsidio a la compra efectiva de gas, tal como debe ser. Reducir la población objetivo a quienes necesitan subsidio y así bajar el gasto. Para ello emitirán una "tarjeta plástica" de gobierno y avisarán por celular al beneficiario si ya puede comprar su tambo.
Pero surge la pregunta: ¿Quién asumirá el financiamiento del subsidio, ya que el beneficiario no pagará el precio máximo de venta fijado por el MINEC?
El gas tiene control de precio, el precio lo fija MINEC. Y en ese precio impuso un margen de sólo US$1.06 para cubrir costos de la cadena de distribución. Un margen insuficiente para cubrir estos costos, que requieren unos US$2.06 por cilindro. El mal cálculo, que fue inconsulto, provocó la quiebra de muchos distribuidores, más del 50% se retiraron del mercado. Nadie puede invertir o poner capital de trabajo para distribuir el gas con pérdida crónica.
Los distribuidores expresaron estos días su preocupación ante el nuevo anuncio del MINEC, que pretende a partir de mayo que los distribuidores financien el subsidio del gas.
Las tiendas y distribuidores a domicilio, pequeños negocios, no están en condiciones de vender gas cargando con el subsidio de $9.10 por cilindro, para luego ir a cobrarlo al gobierno. Terminarán retirándose del mercado y las compañías gaseras tendrán que asumir la distribución casa por casa, financiando al gobierno.
La nueva piscucha requiere que los distribuidores acepten por ley la tarjeta plástica del gobierno, se acredite una red de negocios para que el beneficiado pague menor precio por el gas subsidiado. Todos preguntamos: ¿En cuánto tiempo este gobierno moroso reembolsará el pago al distribuidor?
Si el precio oficial de la tienda de la colonia es de US$11.76, al vender con tarjeta sólo recibirá US$2.66 en efectivo y los US$9.10 restantes tendrán que cobrarlo cuando el gobierno tenga el pisto para pagarle. Hacer cola y sin intereses.
Si la tienda vende 15 cilindros diarios, acumulará una deuda de US$955.50 por semana. Sólo le ingresará en la semana US$279.30 en efectivo para hacer recarga. Un 23% del costo de su venta. ¿Cómo harán las tiendas para financiarle al gobierno el 77% de la venta de gas? Será un relajo. Nadie querrá distribuir en la colonia.
Volveremos al desabastecimiento de gas. Hoy por trabas en la distribución.
Para no improvisar de nuevo, se sugiere aplicar una prueba piloto en mayo, con la participación de los actores de la cadena de distribución, en una zona geográfica determinada. Y así, analizar objetivamente la viabilidad de este nuevo proyecto de focalización. Urge focalizar y bajar el gasto. Pero aplicar esta medida sin prudencia, a todo el país, causará daño irreversible.
* Colaborador de El Diario de Hoy.
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