Bajo fuertes medidas de seguridad fueron trasladados este viernes los primeros 22 cabecillas de pandillas del penal de Quezaltepeque al centro de máxima seguridad en Zacatecoluca, en La Paz.
Cuatro de los enviados son acusados de asesinar a 11 personas en San Juan Opico el pasado 3 de marzo, así como los encargados de desestabilizar los penales de Chalatenango y Ciudad Barrios, en San Miguel.
Los pandilleros cumplen penas por homicidio, disparos de arma de fuego, receptación, extorsión, robo y tráfico de objetos prohibidos a penales o bartolinas. Veinte son de la MS y dos de la 18 Revolucionarios.
Los sujetos esposados y con grilletes en los pies llegaron en dos camionetas blancas bajo escolta de agentes del Grupo de Reacción Policial (GRP), antimotines y el Ejército.
Al movimiento de reos, asistió el vicepresidente Oscar Ortiz y dos diputados de la Comisión de Seguridad y Combate a la Narcoactividad quienes llegaron a para ver el cumplimiento de las medidas extraordinarias.
El encierro total de los cabecillas en Zacatraz es parte del cumplimiento de las medidas extraordinarias: bloqueo de señal telefónica al interior del recinto.
Curiosamente en algunos puntos afuera del penal de máxima seguridad había señal de telefonía de todas las operadoras; se podía acceder a Internet, a redes sociales y se podía enviar imágenes y vídeos.
El director de Centros Penales Rodil Hernández afirmó que se hizo requisa en esa prisión pero no se encontró ningún celular, entre tanto reiteró que investigarán a custodios por el ingreso de celulares aún con las medidas extraordinarias impulsada desde el 29 de marzo.
Las autoridades también verificaron que se estuviera cumpliendo la restricción ambulatoria de los reclusos y la inspección de la infraestructura del penal con una capacidad de 450 peligrosos reos bajo el régimen de encierro especial.
El vicepresidente Ortiz anunció que en las próximas semanas se iniciará la construcción de tres centros temporales de reclusión como una ampliación del programa “Yo Cambio a gran escala”.
“Como primera fase se construirán tres grandes centros temporales para sacar del sistema tradicional actual hasta diez mil prisioneros que han cometido delitos menores”, afirmó el vicepresidente.
Actualmente solo mil 42 prisioneros están en fase de confianza y semilibertad.
Con este programa buscan reducir el hacinamiento del sistema carcelario y contribuir en la reinserción social de los internos.