Jóvenes: la llave

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19 abril 2013

En esta vida todo sucede por algo y en la política esto no es la excepción; no es necesario hacer un análisis muy investigativo para entender las razones detrás de las decisiones y acciones de los políticos.

A medida van pasando los años uno va conociendo más a las personas que te rodean; vas comprendiendo sus errores y virtudes, así como identificando cualquier simbolismo que puede haber detrás de una acción. Por ejemplo: tal vez conozcas a alguien que su humor mañanero está directamente relacionado a la cantidad de horas que logró dormir la noche anterior, pero uno se va dando cuenta de esto hasta que lo vas conociendo.

Los tres candidatos presidenciales principales tienen la desventaja que a todos los conocemos desde hace años, especialmente su pasado. Ellos están muy conscientes de esto, probablemente mejor que nosotros, y además tienen identificado cómo hacer para mejorar la percepción de los que los apoyan y los que no, así como cuáles son aquellos votantes que no tienen posición definida y tienden a ser más influenciables.

En el caso de ARENA y el FMLN, los candidatos tienen la ventaja que una buena porción de los votos están asegurados, el voto duro. Sin tener estadísticas para comprobarlo, no me cabe la menor duda que una buena porción de este voto duro no forma parte de la nueva generación. ¿Por qué? Pues como es comprensible, además de tomar en cuenta la historia de nuestro país, a medida uno va aumentando en edad va definiéndose por ciertos principios e ideales cada vez más fijos.

Pero ARENA y el FMLN deben tener una doble estrategia: la primera es activar a sus bases para que muevan al voto duro, pues deben motivarlos lo suficiente como para que realmente hagan su voto efectivo el día de las elecciones; segundo, convencer a los votantes más indecisos e influenciables a que voten por ellos.

Lo anterior deja a la luz la estrategia general de Tony Saca. Como candidato, tiene claro que está muy complicado que logre arrancarle una buena cantidad de los votos duros de los partidos mayoritarios, especialmente en una primera vuelta. Por lo cual, su estrategia tiene que ser casi completamente focalizada en lo siguiente: los jóvenes.

Por lo que he podido hablar, leer y percibir de cientos de jóvenes, su mayor preocupación sin lugar a duda es la falta de empleo. Por ende, a continuación el gran lema que estamos escuchando de Tony Saca en toda su propaganda: "la prioridad de mi gobierno va a ser el empleo, el empleo y el empleo". ¿Casualidad? Sin lugar a duda no lo es, además, como decía al principio de esta columna, hemos llegado a conocer tanto a Saca que cualquier palabra, actitud o acción tiene un por qué. Mi opinión es que si Saca no consigue el apoyo de los jóvenes, no tiene ninguna posibilidad de ganar las próximas elecciones.

Los jóvenes tenemos más que nunca la llave de las próximas elecciones. Tanto así que todos los candidatos nos van a ofrecer todo lo que queramos escuchar, sin decirnos cómo nos lo van conseguir (como la fábrica de empleos de Funes). Pero de lo que más tenemos que estar pendientes es de las razones detrás de los mensajes que nos hagan llegar a través de la propaganda política, pues sólo de esa manera podremos entender si de verdad están interesados en nosotros o solamente en usarnos.