La constante búsqueda por mejorar nuestra calidad de vida; reducir costos y obtener óptimas producciones, nos plantea retos que conducen a la innovación. Una alternativa viable, coherente y factible, es la realización de sistemas productivos llamados Granja Integrada de Autogestión (GIA).
Se trata de una forma de vida sostenible, basada en parámetros biométricos y econométricos, de mayor o menor eficiencia, de acuerdo a la creatividad y pasión que cada individuo o familia le ponga en su desarrollo.
El verdadero secreto de una GIA es la evolución de sistemas y subsistemas en forma integrada, en torno al aprovechamiento de los recursos que genera un ecosistema, con la participación del ser humano, induciendo la productividad en sus diferentes renglones de aprovechamiento.
Esto se constituye en el bastión del agroturismo y una maquinaria de producción de bienes y servicios agrícolas, ecológicas, socioculturales, económicos y que ayudan a frenar el terrible cambio climático.
La GIA no es exclusiva de un campesino o de gente adinerada; más bien es propia de la creatividad, sin importar su nivel académico o profesión.
El sistema
Lo importante es disponer de un área de terreno, en la cual podamos realizar cultivares de frutales, forestales, ornamentales; creando bosques y sotobosques, conectados por senderos bordeados por setos con diferentes áreas de descanso y estableciendo pequeñas granjas de conejos, pollos, gallinas, patos, cerdos gansos, codornices, peces entre otras especies menores que con mínimas inversiones y poco mantenimiento, brindaran alimentos para nuestro consumo e incluso para venderlos durante todo el año.
Para realizar cultivares de árboles y plantas, la mejor época es al inicio del invierno, así se aprovecha la fertilización que traen las primeras lluvias al arrastrar los diversos nutrientes que pululan en la atmósfera.
Entre los frutales promisorios y de bajo costo para establecerlas, con enorme capacidad de adaptarse a diferentes tipos de terrenos tenemos los frutales rústicos y con frutos que tienen alta demanda en el mercado de exportación, se encuentran paterna, arrayán, nance, limón, zapote, guayabo, cacao, carao, guanabo, marañón, mamoncillo, mangos, achiote, matasano, mamey, pacaya.
Es recomendable establecer cultivares de especies autóctonas que permiten el desarrollo de la fauna silvestre y brindar estampas del quehacer cotidiano, lo cual es un atractivo para los turistas extranjeros y nacionales.
De la madera se elaboran productos artesanales e industriales. También pueden obtenerse frutas todo el año, sabiendo escoger las plantas que las brindan.
Es recomendable distribuir en el terreno, árboles que brinden flores todo el año, tales como llama del bosque, caliandra, bauhinia, magnolio del himalaya, San Andrés, o especies de espectacular floración que combinándolas adecuadamente brindarán flores todo el año, tales como: el gravileo, el maquilishuat, cortés blanco, cortés negro, árbol de fuego, jacaranda, butea, Júpiter de Java, madrecacao, almendro.
También es recomendable sembrar áreas de jardines comestibles y medicinales.
La idea es eliminar la autocomplacencia poniendo nuestras aptitudes en acciones que generan un sistema auto sostenible y rentable como la GIA.
Las bases
Cualquiera puede comprobar fundamentos tales como que en un metro cuadrado puede criarse 12 pollos en 6 semanas, pesando 3.5 lbs cada uno, o que una coneja al mes de aparearse, tiene las crías.
Una cerda puede tener tres partos en 14 meses, que una gallina pone un huevo diario durante un año, después de 22 semanas de nacida y si se trata adecuadamente, se logra producción durante otros seis meses sin necesidad de gallos.
En los vegetales, las plantas leguminosas fijan nitrógeno al subsuelo en simbiosis con el Rhizobium , o que de un árbol de cortés blanco, se pueden obtener mil dólares a los 20 años de plantado.
Otros principios son que lo que consume un árbol en su vida, lo reintegra al suelo al morirse, que los forestales maderables se siembran a 2 m x 2 m, o sea 1,750 árboles por manzana.
Un agricultor pude aprovechar las podas de follaje para alimentar sus animales de granja, o los desechos obtenidos al limpiar las jaulas, para elaborar fertilizantes orgánicos, que básicamente es el principio de las GEA.
En el Vivero San Andrés se ofrece asesoría gratis para realizar los cultivares en una GIA y en el Instituto San Andrés, se imparten cursos , para establecer y manejar granjas de diferentes especies, además de cursos de agroturismo.