En cuanto se llega al parque central de Cojutepeque, la señal de los teléfonos celulares disminuye de golpe o apenas se recibe una, que imposibilita de todas formas, la comunicación a través de teléfono móvil.
A medida que se acorta la distancia con el centro penal, ubicado contiguo a la alcaldía del municipio, casi en el centro de Cojutepeque, se puede observar a jóvenes y adultos con sus celulares en las manos, intentando hacer alguna llamada o recibir señal para navegar.
Pero es en vano. Cinco cuadras al poniente de la cárcel, esto es por el parque central, las barritas de señal desaparecen en la pantalla de cualquier teléfono.
Hacia el nororiente, el problema parece expandirse más, pues la señal reaparece al final de la 3a. Calle Oriente o cerca de la parada de buses conocida como Santa Lucía, en la antigua carretera Panamericana.
La disminución de señal de las antenas de cuatro empresas en Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, está afectando a miles de residentes de esa ciudad.
Sin embargo, son escasas las opiniones en contra del bloqueo. “Es un mal necesario. Por mí que así sea siempre. Prefiero vivir sin celular y no ser extorsionado”, explicó un hombre que ayer realizaba trabajos de albañilería a pocos metros del centro penal.
El problema parecen resentirlo quienes viven a una cuadra o más de distancia de la cárcel.
Porque la gente que vive contiguo al penal, asegura que ya se ha acostumbrado a vivir sin señal de telefonía celular debido a los bloqueadores que desde hace mucho tiempo han colocado en los muros perimetrales de la prisión que alberga solo miembros de pandillas.
El domingo anterior y ayer, El Diario de Hoy comprobó la afectación de la señal en Quezaltepeque (La Libertad) y Cojutepeque, donde funcionan dos de los siete centros penitenciarios en los que desde el martes anterior, el gobierno salvadoreño ha implementado medidas excepcionales, una de ellas es la obligatoriedad de que las empresas de telefonía disminuyan la intensidad de la señal de sus antenas próximas a las siete cárceles.
Ayer, este Periódico publicó que algunas colonias ubicadas varias cuadras al frente, esto es, al lado poniente del penal de Quezaltepeque, desde el viernes anterior, no pueden hacer llamadas a celulares.
Varias personas dijeron que desde el viernes anterior han tenido que salir de sus casas, caminar varias cuadras para encontrar un lugar donde pegue la señal.
Ayer, a través de correos electrónicos, algunos vecinos pidieron reconsiderar la medida sin que por ello se deje de bloquear la señal a la cárcel, pues están conscientes de que muchos crímenes son ordenados por miembros de pandillas desde el interior de las prisiones.
“Nos urge que las telefónicas vuelvan a reactivar sus servicios en nuestra área, sin dejar de bloquear el penal en mención”, rezaba en parte un correo enviado por un vecino de Quezaltepeque, en el cual decía que la afectación es en casi toda la ciudad.
Negocios afectados
Mientras tanto, en los alrededores del penal de Cojutepeque, los dependientes de varias tiendas donde se vendía saldo para teléfonos, dijeron que habían dejado ese negocio porque ya no podían realizarlo ya que para vender saldo se necesita hacer una llamada a otros teléfonos.
“A veces aquí solo pega de alguna compañía, pero dejamos de vender saldo porque no podíamos comprobar la asignación de éste y algunas personas venían a reclamar de que no les había caído”, indicó una joven que atiende una tienda en la zona oriente del penal.
Así mismo, varios alumnos de un colegio ubicado a pocos metros del penal dijeron que desde el viernes anterior, les resulta difícil hallar un lugar donde haya conexión para Internet o donde puedan realizar llamadas.
Lo que más resienten algunos vecinos de la cárcel es que en muchas viviendas no tienen señal de Internet para que los estudiantes hagan sus tareas. “Está bien fregado porque hoy la mayoría de cipotes ocupan el Internet de sus teléfonos para hacer los deberes (escolares) y con esto está fregado, porque tienen que ir lejos a los ciber”, explicó Mario, un hombre que ha vivido siempre cerca del penal.
Aunque la mayoría de cojutepecanos dijo que estaba bien que se anulara la señal de telefonía si eso contribuía a combatir la inseguridad, algunos creen que lo mejor sería que se les cortara el fluido eléctrico a los presos o que trasladaran la cárcel a donde actualmente funciona el Destacamento Militar No. 5.
Durante el conflicto armado de 1980 a 1992, el edificio del centro penal era parte de ese cuartel.
Después de los Acuerdos de Paz, el cuartel fue trasladado al lugar que ocupaba una base de la extinta Guardia Nacional, en la periferia del casco urbano de Cojutepeque.
Internet frente a la cárcel
Lo paradójico en el caso de Cojutepeque, es que mientras la señal de telefonía celular es nula a unos 500 metros a la redonda, frente de la cárcel parece que hay conexiones de Internet activas.
El Diario de Hoy corroboró que, al ubicarse frente al penal, se visualizaban varias conexiones de Internet.
Snoopy_20, Santos R..., Guevara y Arcángel , fueron algunas redes inalámbricas detectadas.
A excepción de esta última cuenta, las demás redes tenían una intensidad de señal fuerte.
Diversos vecinos dijeron que “es normal” detectar en sus aparatos redes inalámbricas en el sector, con nombres que usualmente utilizan miembros de pandillas.
A la vez criticaron el hecho de que no haya señal de Internet o celular a cientos de metros de la cárcel pero sí la haya a pocos metros de la misma.
Mientras El Diario de Hoy comprobaba las conexiones inalámbricas frente al penal de Cojutepeque, varios empleados de la alcaldía de esa localidad conversaban sobre la medida que los ha afectado en gran medida.
De hecho, dijeron que en la comuna hay Internet pero a base de cables.
“Hoy, si tenemos una emergencia en la casa no nos pueden llamar y si queremos hacer una llamada, tenemos que caminar hasta el parque viejo”, indicó un trabajador de la comuna.
El parque viejo está localizado a aproximadamente un kilómetro al norte de la alcaldía.
Más decomisos de teléfonos en penales
Mientras las autoridades han presionado a las empresas de telefonía para que disminuyan o anulen la intensidad de la señal en los centros penitenciarios, también han estado realizando registros al interior de las cárceles, en las cuales continúan decomisando decenas de teléfonos celulares y accesorios para los mismos aparatos.
Ayer en la mañana, la Dirección General de Centros Penales (DGCP), junto a la Policía Nacional Civil (PNC), realizaron una requisa en el centro penal de Chalatenango.
Como de costumbre, las autoridades se incautaron de 89 teléfonos celulares, 111 chips así como manos libres, memorias usb y hasta un cargador solar para teléfono.
El domingo anterior, desactivaron tres antenas de telefonía que estaban cerca del penal de Ciudad Barrios, en San Miguel, y una más en el cerro Cacahuatique, en San Francisco Gotera donde también hicieron una requisa, habiendo decomisado decenas de celulares y accesorios.