Desconectan servicio de telefonía cerca de varios centros penales

Según la PNC, no todas las empresas han desconectado la señal hacia las cárceles. En Quezaltepeque, esta medida ha causado molestias a vecinos de la cárcel

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La suspensión de señal en antenas cercanas a cárceles ha causado molestias en quienes viven cerca de las mismas

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03 April 2016

Tres antenas telefónicas fueron desconectadas ayer en el municipio de Ciudad Barrios, donde se encuentra el centro de cumplimiento de condenas del mismo nombre, en el departamento de San Miguel, y una más en el departamento de Morazán, informó ayer la Policía mediante un boletín de prensa.

Las antenas desconectadas en Ciudad Barrios están localizadas en caserío La Manzanera, cantón La Cruz y en el lugar conocido como Calle Torrecilla, en el cantón Luisito; mientras que en Gotera, la antena desconectada estaba localizada en el cerro Cacahuatique.

Ayer, la Policía informó que estaba haciendo pruebas de campo para comprobar el tráfico de la señal telefónica al interior de los centros penales de Ciudad Barrios y San Francisco Gotera y para determinar la ubicación geográfica de las antenas de telefonía que emiten señal hacia los centros penitenciarios.

La Policía informó que habían comprobado que no todas las empresas de telefonía habían disminuido o anulado la intensidad de la señal de las antenas cercanas a los centros penales.

“Hay operadoras que hay reducido la señal o la frecuencia en dichas áreas pero no lo han suspendido definitivamente”, señalaba un comunicado.

El informe no dejaba en claro si la desconexión de las tres antenas en Ciudad Barrios y la otra en San Francisco Gotera hacía sido por parte de las empresa de telefonía o una medida tomada por las autoridades en cumplimiento a las medidas excepcionales aprobadas en 7 centros penitenciarios.

En el operativo de verificación de señal y de ubicación de las antenas también participaron empleados de la Superintendencia de Electricidad y de Telecomunicaciones y la Dirección General de Centros Penales (DGCP).

Ayer mismo, Penales informó que en la cárcel de San Francisco Gotera, departamento de Morazán, se realizó un registro cuyo resultado fue el decomiso, entre otros objetos, de cinco celulares, 18 chips y más de mil porciones de droga (marihuana).

Todas las acciones están enmarcadas en las medidas excepcionales decretadas el martes en siete cárceles salvadoreñas donde, generalmente, están recluidos miembros de pandillas, con lo cual busca bajar los índices de criminalidad que provocaban, hasta el 26 de marzo anterior, un promedio diario de 23 o 24 homicidios.

El sábado 26 de marzo, luego que las pandillas fueran advertidas de que posterior al período vacacional de Semana Santa el Gobierno implementaría fuertes medidas en las cárceles, hicieron circular un vídeo en el que comunicaban su acuerdo de no asesinar más como un gesto de buena voluntad y diciendo, además, que no era necesario que las autoridades decretaran estado de emergencia en el sistema carcelario.

Incomodidad a vecinos

Sin atreverse a criticar o despotricar por no tener señal de telefonía celular o Internet inalámbrico en sus viviendas, varias personas que viven a unos 300 metros del centro penal de Quezaltepeque deambulaban ayer en la tarde por calles distantes de sus casas con el propósito de lograr hacer una llamada telefónica.

Desde el martes anterior, ese parece ser el escenario que viven personas cerca del penal de Quezaltepeque, a donde fueron trasladados más de 200 cabecillas de pandillas con el propósito de aislarlos de sus familias y de evitar que tengan comunicación con sus compinches en libertad.

De acuerdo con vecinos entrevistados por El Diario de Hoy, la ausencia de señal es total en vividas que están en la parte de enfrente del penal.

La comunicación únicamente se logra hasta llegar a la carretera que conecta Quezaltepeque con la carretera Panamericana hacia occidente. 

Una comerciante afirmó que la medida esta afectando a la gente honrada y trabajadora pues no tienen el servicio.