Mismo caos vial, pese a seis reordenamientos en la capital en 15 años

Según la experta en tránsito vial, Ana del Pilar Letona, aunque las autoridades de realizan cambios en los recorridos de rutas para ordenar el centro de San Salvador, estos solo generan congestionamientos porque no abordan aspectos de origen como la reorganización de rutas de autobuses.

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 La última modificación de los recorridos entró en vigencia el lunes 1 de abril.

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02 April 2016

La falta de una infraestructura vial adecuada para la actual carga vehicular, multiplicación de ventas informales y  espacios reducidos para transitar, han contribuido a agravar el congestionamiento en el centro de San Salvador.

 Según la experta en transporte, tránsito y seguridad vial,  Ana del Pilar Letona, durante años se ha postergado implementar una solución a largo plazo para disminuir y ordenar el congestionamiento  vehicular en San Salvador.

“(Los planificadores de ciudades y calles) Solo hacen remedios apaga fuego”, dijo la ingeniera Letona.

Desde el 2001 se han realizado seis procesos de reordenamiento vial en el centro de San Salvador.

La primera redistribución se dio en 113 rutas, cuando estaba a cargo el viceministro de Transporte Ricardo Yúdice.

Sin embargo, los intentos del Gobierno no duraron por mucho tiempo porque los empresarios del transporte público se opusieron, y a los pocos meses volvieron a desviar su trayecto en las calles donde se les había denegado el acceso.

El transporte público por décadas ha tenido su punto de retorno en el centro de San Salvador, y con el paso del tiempo el número de unidades y  usuarios han aumentado; pero el viejo sistema de movilidad se ha mantenido, explicó la experta.

El primer paso debe estar liderado por el Viceministerio de Transporte con la regulación del número de unidades que transitan, los tiempos, la demanda, el educar a los motoristas y mejorar el actual sistema.

En ese punto coincide  el presidente de la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (AEAS), Genaro Ramírez, que dijo que el sistema de transporte público no es el único problema de los congestionamientos que se dan en el país, sino que al contrario, podrían ser parte de la solución.

“Las soluciones son otras, nosotros hemos dicho de escalonar horarios de entradas y salidas (de los buses). San Salvador ya no puede seguir creciendo en la forma en que lo está haciendo”, argumentó.

Letona señaló  que las autoridades tendrían que estudiar por ruta la cantidad de pasajeros que se movilizan en cada unidad.

El presidente de la Federación de Transportistas (Fecoatrans), Catalino Miranda, consideró que lo que debería primar para que los planes tengan éxito es que participen todos los sectores de la sociedad.

“Pero al hacer las cosas a la ligera las cosas no salen muy bien”, indicó.

Actualmente, circulan por el centro capitalino  aproximadamente 4 mil unidades  de 165 rutas.

A todas estas rutas se intentó cambiar en 2011, pero a los meses algunos conductores de buses decidieron volver a los antiguos recorridos, dejando a un lado los planes ordenados por el VMT.

Tanto Letona como Ramírez indicaron que parte del congestionamiento se debe al estrés que sufren los buseros al momento de transitar largos recorridos, cumplir metas de usuarios y sortear el tráfico.

Eso lleva a que las trabazones viales influyan en el comportamiento que adoptan  a la hora de conducir.

La implementación del Sistema Integrado de Transporte Integrado del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss), señaló la experta en transporte, vino a complicar el problema del tráfico.

Aunque consideró que el sistema tiene sus ventajas, esas no se logran apreciar debido a que se ha trasladado el problema de los buses con similares recorridos a otras zonas congestionadas y que tienen poco espacio de infraestructura.

Una de las modificaciones que abarcó a más unidades del transporte público en 2013 y 2014 se realizó con el aval  del viceministro de Transporte, Nelson García, quien lo desarrolló por la aplicación y construcción de los carriles exclusivos del Sitramss.

Los usuarios debieron aprenderse nuevamente otros recorridos que se establecieron para movilizarse por el Gran San Salvador.

Lo que significa que en 15 años los proyectos para lograr ordenar los embotellamientos que provoca el transporte público, se han quedado cortos y sin resultados que beneficien a los usuarios y empresarios.

El último reordenamiento se realizó a 23 rutas por iniciativa de la alcaldía de San Salvador. La justificación fue para implementar una “revitalización” del Centro Histórico capitalino.