Según afirman las cuatro chicas, el negocio en las barras show consiste en hacer que los clientes las inviten a tomar la bebida que él desee para ellas, lo importante es que gasten para invitarlas a una bebida, cuyo costo ronda entre 10 y 20 dólares, de los cuales el 50% es para ella y el 50% para el negocio; mientras que para el cliente el trago vale cinco dólares, al final todo es para la casa. “Durante el tiempo que el cliente nos esté pagando los tragos nosotras les hacemos compañía, platicamos con ellos, les bailamos, los provocamos, les hacemos pasar “momentos agradables”, afirma Luisa.
“Ahí ellos nos cuentan sus problemas, psicólogas nos volvemos”, comenta; “se desahogan de sus problemas en el trabajo, cómo es su vida de casado, las situaciones que ellos viven a diario las conocemos nosotras”, dice.
Algo que llamó la atención en esos lugares es la cantidad de mujeres que llegan a ver los show junto a sus parejas, o en algunos casos en grupo, relata Carmen.
“Unas llegan para cumplir fantasías con sus novios o en algunos casos esposos; les bailamos a ambos por igual; en otras ocasiones son lesbianas que, de paso, son más “caballeros” que los hombres”, afirma Luisa y que secunda Alicia.
Otro tipo de ingreso de dinero para el negocio y las chicas son los bailes que ellas realizan en la pista, áreas de privado, salas VIP y la última: el pago por salidas del club, lo cual no es muy frecuente pero lo hacen.
La pista, comenta Alicia, “es lo que todo mundo conoce, nos vamos turnando para subir a bailar tres canciones, dos movidas y una romántica, tiempo durante el cual realizamos movimientos sensuales y sugestivos que hacen que los clientes se animen a colocar dinero en nuestros “ligueros” o medias, con las “suegras” (monedas) usamos bolsitas, cuenta Alicia.
“Aquí todo lo recolectado es nuestro”, afirman las cuatro y van desde uno hasta cinco dólares por lo general, aunque a veces hay clientes que han llegado a poner billetes de hasta 100 dólares.