Libre menor que confesó matar a un microbusero

“Ahí nomás le quité la vida porque era chavala”, confesó a periodistas un joven miembro de la MS. Días después de ser capturado fue puesto en libertad sin ninguna restricción

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Uno de los dos miembros de la Mara Salvatrucha que el pasado 2 de febrero fueron capturados por asesinar al motorista de la ruta 33-A quedó en libertad sin ninguna restricción.

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31 March 2016

¿Recuerdan a aquel sujeto que ante cámaras de medios de comunicación admitió haber matado a un motorista de microbuses porque era de una pandilla contraria y porque había intentado matarle a la madre? Pues está libre.

 Aun con esa confesión, que dio de forma espontánea, anda en libertad sin ninguna restricción judicial. El hecho fue cometido el pasado 2 de febrero, aproximadamente a la 1:30 de la tarde sobre la 5a. Avenida Norte, entre la alameda Juan Pablo II y la 9a. Calle Poniente, a menos de cien metros de la Delegación Centro de la PNC de San Salvador.

La víctima conducía un microbús de la ruta 33-A, cuando fue acribillado ante la mirada de todos los pasajeros.

Segundos después de matar al microbusero, identificado como Walter Vladimir Díaz Aguirre, de 20 años, la Policía capturó a José Isidro García Mejía y a U.S.Ch. quien dijo a los policías que lo capturaron,  que tenía 18 años y, como un adulto, las autoridades lo presentaron ante los medios de comunicación.

Pero resultó que U.S.Ch. mintió.

No tenía 18 sino 17 años, y eso jugó a su favor, pues fue consignado ante el Juzgado Primero de Menores de San Salvador,  de donde salió libre, incluso antes de que García Mejía tuviera su primera audiencia en un Juzgado de Paz.

García Mejía, (a) Cuca Loca o Chino, continúa en prisión provisional a la orden del Juzgado Octavo de Instrucción.

¿Por qué salió libre?

Este jueves, El Diario de Hoy consultó por qué habían puesto en libertad a U.S.Ch. La respuesta que se obtuvo de parte del departamento de Prensa del Centro Judicial Isidro Menéndez fue que “no se tuvo por establecida la participación del joven”.

De acuerdo a la fuente judicial, el juzgado de menores lo dejó libre sin restricciones porque la Fiscalía General no presentó los videos de las cámaras de vigilancia que hay en la zona y tampoco la prueba microscópica electrónica de barrido, esto es, una prueba en las manos, para determinar si había disparado un arma de fuego.

Sin esos elementos que probaran la participación, según la oficina de prensa, no se podía tener por establecida la participación del menor.

De acuerdo con el expediente judicial contra José Isidro Díaz Mejía, la captura de ambos jóvenes se realizó gracias a una llamada de alerta que fue recibida en el sistema de emergencias 911.

Lugo de la llamada,  las autoridades se auxiliaron de las cámaras de vigilancia con las que dirigieron a otra unidad policial sobre el rumbo por donde escapaban los homicidas, quienes  fueron capturados cuando se alejaban del lugar del crimen.

En el expediente judicial del Juzgado Octavo de Instrucción,  consta que a García Mejía le decomisaron una pistola calibre 9 mm.  y a U.S.Ch. le incautaron un revólver con varios cartuchos para el arma.

Confesión con frialdad

En el mismo momento, los presuntos homicidas fueron presentados a los periodistas que llegaron a cubrir el hecho.

Fue entonces que  U.S.Ch. se agenció la responsabilidad del asesinato cuando los periodistas lo entrevistaron.

“Ahí nomás fue que le quité la vida”, dijo. 

¿Por qué le quitaste la vida?

Porque era chavala (miembro de la pandilla Dieciocho).

¿Y te lo encomendaron o es cosa personal?

Cosa personal.

¿Había hecho algo contra vos?, preguntó un periodista.

Quiso matar a mi ruca (madre), nada más.

El motorista de microbuses acribillado, aparentemente, tenía vínculos con la pandilla 18, por lo cual fue eliminado.

Se intentó obtener la versión de la Fiscalía a través de la oficina de prensa de esa institución, sin embargo, al cierre de esta nota, no había sido posible.