Marzo es un mes que a nivel mundial, se enaltece con dos fechas trascendentes para el medio ambiente, el 21 de marzo es el día mundial de los arboles forestales y el 22 de marzo es el día mundial del agua.
Los salvadoreños debemos aprovechar ambas fechas para fortalecer el espíritu de ayudar a la madre naturaleza, fortaleciendo la reforestación, para crear bosques y facilitar la captación del agua lluvia.
El agua lluvia que cae en cada invierno, es suficiente para abastecer más de diez veces nuestra demanda anual. El problema es que si no reforestamos, el agua lluvia se va en escorrentías provocando una enorme erosión, empobreciendo el suelo agrícola y formando cárcavas e inundaciones, que provocan desgracias tierras abajo.
Además se generan termales de altas temperaturas que provocan daños en los humanos, en plantas de cultivares menores y en los animales.
Alternativas
Afortunadamente contamos con especies de árboles promisorios que, además de ofrecernos las bondades de todos los árboles, nos brindan un impactante paisaje que atrae hasta al ser más apático a los árboles y a la belleza.
La jacaranda es generador de una espectacular floración de ramos en color morado y capaz de desarrollarse en cualquier tipo de terreno.
Actualmente existen ejemplares en el proyecto del Condado Santa Rosa, en Santa Tecla y en la carretera de San Salvador hacia Santa Ana.
Su madera es de color oscuro y fácil de trabajar, apropiada para fabricar muebles.
El maquilishuat es nuestro árbol nacional y produce una floración impresionante, la cual puede ser morada, rosada y blanca. Actualmente se encuentra en plena floración en diversos sitios de El Salvador, especialmente en la carretera de San Salvador hacia Santa Ana, y en proyectos a los que el Vivero San Andrés ha proporcionado ejemplares.
Estas dos bondadosas especies retribuyen con su belleza, cualquier esfuerzo realizado y ambas permiten manejarse con podas formativas, según el espacio disponible.
Otras especies bondadosas son el guachipilín, el madrecacao, el cortez blanco, cortez negro, butea, Júpiter de Java, magnolio tibetano, bala de cañón, San Andrés, plumería, carao, palmeras y varias otras bondadosas plantas.
Como estamos en pleno verano y si no se dispone de riego para realizar cultivares considerables, en el Vivero San Andrés recomendamos establecer las especies más adecuadas, cantidad de ejemplares necesarios y reservarlos con anticipación.
De esta forma, podrá aprovechar las primeras lluvias para plantarlos en los sitios definitivos.
El agua de inicio del invierno, por venir ionizada, interactúa mejor con la planta que el agua de riego, porque está ya tiene sus enlaces completos y además, las primeras lluvias traen muchos nutrientes que pululan en el aire o están en el polvo, o superficie del suelo.
Aprovechando estas bondades desde la naturaleza, toda gestión de siembra será más garantizada y sin lugar a dudas, toda persona se puede convertir en un bastión de la solución de la problemática ambiental y de manera especial, se contribuye a frenar el cambio climático y sus efectos. Basta conocer y ordenar los principios de siembra.