El poder de la ignorancia

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10 marzo 2013

Lo mejor que puedo pensar de Hugo Chávez es que él creía, sinceramente que con su Gobierno le estaba haciendo un gran bien a su país.

Y lo malo es que los venezolanos que creen lo mismo, posiblemente son mayoría. Es un problema no de pobreza física, sino de pobreza mental, de fanática ignorancia. El gran problema de la mayoría de los países hispanoamericanos es que pueden ser mayoría los de ignorancia profunda.

De ahí sólo salen dictaduras disfrazadas, falsas democracias.

Quienes conocen la historia de lo que el comunismo ha sido en la Unión Soviética, en la Alemania Oriental, en Rumanía, en Corea del Norte, en Cambodia… ¿pueden seguir creyendo en el marxismo? Evidentemente, no. El fracaso de los gobiernos comunistas ha sido rotundo en lo económico, pero mucho peor en libertades y en humanidad. Hay que conocer el Muro de Berlín, las vidas sumidas en el hambre y la desesperación de los gulags soviéticos o los grandes genocidios para eliminar toda oposición. ¿Acaso no es un fracaso rotundo la Cuba castrista? ¿Acaso la mayoría de los dirigentes del FMLN no tiene otra cultura que la de los panfletos políticos y revolucionarios? Y sin embargo muchas masas humanas latinoamericanas siguen creyendo en esos dirigentes rojos y en sus paraísos inexistentes.

Los dirigentes que hoy viven del comunismo en su versión de socialismo del siglo veintiuno son ignorantes sobre todo lo que puede sacar de verdad a un país del subdesarrollo, pero son lo suficientemente listos para utilizar ese socialismo como una escalera para trepar a lo más alto del poder político y utilizarlo en su provecho.

Donde reina la ignorancia, el sinvergüenza trepa. A veces hasta llega a ser Presidente, roba hábilmente, termina su periodo y después quiere volver --¿para robar más?-- a la presidencia. ¿Posible nuevo triunfo? Sí, siempre que los ignorantes sumados a los sinvergüenzas sigan siendo mayoritarios.

Pero los tiempos van cambiando aceleradamente. Las redes sociales son uno de los factores más decisivos en este cambio, aunque también tengan acceso a ella los ignorantes y los malvados. El mundo de Internet está cada vez más al alcance de estratos sociales económicamente bajos. Y sin ser un gran experto en la navegación por ese mundo, se puede ir saliendo de muchas ignorancias. Las enciclopedias son cosas del pasado. Hoy, a través de cualquiera de los buscadores de Internet (Crome, Mozilla Firefox, etc.) se puede encontrar mucha información, mejor que en la mejor de las enciclopedias impresas.

Claro que hay que saber dónde buscar la información. Con motivo de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, hubo y sigue habiendo una gran cantidad de información pero también gran cantidad de especulaciones curiosas, de basura mediática, de intoxicación informativa. Volvemos al problema de la ignorancia. Asombra ver cuánto ingenuo se traga mentiras absurdas. Raro que no hayan tomado auge las presuntas profecías de San Malaquías o las de Nostradamus y de nuevo, con ellas, el terror mediático del inminente fin del mundo.

Pero en medio de tanta noticia, verdadera o falsa, sobre la renuncia de Benedicto XVI, se difundió ampliamente por las páginas de Internet una excelente caricatura de Fidel y Raúl Castro, muy decrépitos, que decían sobre el Papa algo así como -¡Qué bobo…renunciar al poder! Y tan joven que se ve… Me parece un dibujo que vale más que mil palabras.

Y ya que estamos en el tema de Benedicto XVI, el Cónclave y el nuevo Papa, me permito decir que, salga elegido el que sea, sobre él caerán las habituales hienas del periodismo anticatólico: el New York Times, la CNN, La Repubblica (Italia), la BBC (Inglaterra), El País (España), Der Spiegel (Alemania) y otros tantos. Nunca encontrarán en esas publicaciones una información objetiva y veraz sobre el cristianismo, sobre la Iglesia Católica, sobre el Papa. No se fíen de ellos. Siempre juegan sucio. No quieren informar, sólo intoxicar la mente de los ignorantes que crean en ellos.

*Dr. en Medicina.

Columnista de El Diario de Hoy.

luchofcuervo@gmail.com