Los bochornos que esconden secretos y causan desgaste

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12 marzo 2013

Durante las últimas semanas, las noticias publicadas en los medios de comunicación nacionales evidencian el decadente estado en que se encuentra el aparato de seguridad estatal. Entre los hechos más mencionados están varios tiroteos protagonizados por pandilleros y policías --en los que han resultado lesionados y hasta muertos efectivos policiales--, suscitados en diferentes puntos del país. Otro tema importante es el asesinato de un ciudadano estadounidense en Sonsonate, unos días después de que el Ministro de Justicia y Seguridad Pública desacreditara una alerta emitida por el país norteamericano, advirtiendo sobre el elevado nivel de criminalidad que abate a El Salvador.

Otra de las noticias más recientes es la de un incidente sin precedentes, en el que un grupo de personas armadas con subametralladoras, ingresó a una instalación policial en horas de la madruga y ejecutó a un pandillero que, según fuentes periodísticas, colaboraba con las autoridades en la indagación de una estructura delictual dedicada al contrabando de narcóticos. Adicionalmente, la semana pasada, uno de los colaboradores más cercanos del padre Antonio Rodríguez, encargado del Movimiento Pasionista en el país y, hasta hace poco, fuerte crítico de la negociación entre el Gobierno y las pandillas, fue asesinado justo afuera de la parroquia del religioso.

La respuesta oficial más visible ante estos hechos ha sido seguir potenciando y defendiendo el pacto pandillero, y, en consecuencia, propiciando su emulación a nivel local en todo el país. Incluso, el Ministerio de Justicia aprovechó el homicidio del colaborador del padre Rodríguez, para enviar un mensaje entre líneas a todos los críticos de su negociación con estructuras criminales: los ataques a la iniciativa gubernamental pueden tener consecuencias mortales.

Esto marcó uno de los puntos más vergonzosos de la gestión del actual titular de seguridad. Aunque en el pasado el funcionario y sus comunicadores han hecho cosas similares, ésta es la más burda y condenable. Hasta el Presidente de la República pronto dio declaraciones sobre el asesinato y contradijo a las autoridades que enviaron el mensaje, ya que negó categóricamente que el hecho haya estado relacionado con la posición detractora del padre sobre la negociación pandillera.

Hay algo muy peculiar detrás de este incidente violento, ya que días después el sacerdote anunció que se incorporaría a la iniciativa gubernamental que criticó fuertemente en el pasado. Según declaraciones iniciales sobre su repentino cambio de parecer, el padre Rodríguez afirmó a un periódico digital: "callo para no perder la vida". Estas palabras indican que su opinión en relación al pacto entre el Gobierno y las pandillas no fue el precursor que lo obligó a unirse a los negociadores que representan al Ejecutivo. Hay algo más que probablemente nunca salga a la luz pública, un pieza más del oscuro rompecabezas que se esconde detrás de la ficción que tratan de vender los voceros del proyecto ministerial.

Las controversiales y repudiables estrategias orientadas a silenciar a los que no confían o comparten la versión oficial sobre "la tregua", hasta el momento han logrado el repudio de la ciudadanía y fortalecido la posición de los que la cuestionan. Cada vez que alguien menciona el tema en las redes sociales, por ejemplo, invariablemente el mensaje recibe respuestas en las que se expresan opiniones desfavorables sobre la negociación entre el Gobierno y las pandillas.

El desgaste político derivado de sostener el pacto pandillero, sigue siendo progresivamente alto para el Ejecutivo, convirtiendo la estrategia en un elemento nocivo, que ningún candidato presidencial estará dispuesto a incorporar en sus programas de Gobierno. Después de un año, la pregunta es: ¿Está el Ejecutivo dispuesto a continuar sufriendo el desgaste al que es sometido por tratar de vender una iniciativa que no compran los salvadoreños y defender al funcionario asociado con ella?

*Máster en Criminología y Ciencias Policíacas. @cponce_sv