Durante un recorrido, desde la poza El Perol, en la cuenca aledaña a El Imposible, hasta la Barra de Santiago, se puede constatar el impacto de las acciones humanas en el caudal del río El Naranjo y en el manglar.
La cascada y las aguas de El Perol están a 15 kilómetros del desvío a la Barra de Santiago, en la finca Las Mesas, una propiedad con 400 manzanas de otrora bosque cafetero que ahora está en venta.
De esa cantidad de bosque, la Asociación Comunal de Agua la Única Esperanza de los Ocho Caseríos (Ascauneloc) quiere adquirir 56 manzanas donde hay al menos 5 nacimientos de agua que ellos quieren preservar y tener como reserva para seguir abasteciendo a los caseríos El Quebracho, Los Calderones y al cantón San Antonio.
El terreno que está en venta tiene cedros, ojushtes, laureles, aguacates y nísperos. “Eran cafetales, pero la roya se los acabó”, comenta uno de los directivos de Ascauneloc.